EP Petroecuador está empeñada en realizar una venta de entre 13,3 millones y 22,2 millones de barriles de fueloil 6 a largo plazo (entre septiembre del 2021 y el 31 de diciembre de 2023). Se trata de un millonario contrato que podría alcanzar los $ 1.300 millones al exportar entre el 30 % y el 50 % de la oferta exportable anual de este producto que sirve para producción de energía y flotas navieras.
El concurso fue lanzado el 10 de agosto y se esperaba que este 25 de agosto se lleve adelante la apertura de sobres con las ofertas económicas. Sin embargo, Petroecuador anunció que el proceso se postergaba sin dar fecha para una nueva licitación.
Es la segunda vez que este mismo contrato registra tropiezos, pues la empresa petrolera estatal trató de celebrar uno similar en abril pasado, a pocos días de que terminara el gobierno de Lenín Moreno. Sin embargo, en concordancia con los acuerdos que se habían establecido entre el gobierno entrante de Guillermo Lasso y el saliente de Moreno, se prefirió no concretarlo por delicadeza.
En ese momento hubo malestar en el mercado de hidrocarburos porque se lo realizaba a pocas semanas del cambio de Gobierno y se consideraba que este contrato comprometería el manejo de comercialización para la nueva administración. También se sugirió que con este tipo de operaciones se consolidaba el monopolio del mercado de combustibles.
Ahora, al conocerse este nuevo intento, algunos sectores interesados del mercado han advertido que la modalidad de contrato reduciría la participación a pocas empresas, pues solo aquellas que no dependen de bancos internacionales para financiar la enorme compra podrían hacerlo.
Miguel Robalino, analista petrolero, explicó que no conviene este tipo de modelo de venta de largo plazo porque se compromete la producción petrolera de este residuo por varios años. Además sostiene que es una suerte de venta anticipada, pero sin el anticipo de los recursos económicos. Explicó que el modelo de largo plazo con venta anticipada dejó una mala experiencia al país y ha sido criticado por las autoridades de este mismo Gobierno. También considera contradictorio que se comprometa hasta el 2023 el residuo que es el fueloil 6 si el propio Gobierno ha hablado de que se buscará optimizar los procesos a fin de no continuar produciendo tanto residuo.
Asimismo, coincide en que este tipo de modelos de concurso beneficia a los traders o intermediarios internacionales. Llama la atención, indicó, que se insista en este proceso que es hasta el 2023, a pocos meses de que las autoridades de Petroecuador sean cambiadas, de acuerdo con los planes que ha expuesto el Gobierno. Aconseja que se haga una auditoría de al menos diez años para verificar qué empresas son las que han ganado más concursos, además que se realice una recalificación de las empresas participantes y de las unidades de inspección en puerto.
Entre tanto, EP Petroecuador al ser consultada sobre las razonas técnicas para establecer las condiciones de un contrato a largo plazo, que duraría 28 meses, explicó que se conseguiría por primera vez un premio para la venta de fueloil 6.
La empresa explicó que la línea base fue justamente el anterior concurso que se canceló (abril 2021), en el cual por un volumen y plazo igual se obtuvo un premio de +$ 0,51 por barril. Además se logra dar la opción de cargas conjuntas, es decir, un beneficio a escala.
También se logra garantizar de manera anticipada, dijo Petroecuador, la operatividad de la Refinería Esmeraldas, con la carga mensual de al menos 3-4 cargas que permitirá tener holgura operativa en el área de almacenamiento de la Refinería.
En el anterior proceso, durante el gobierno de Moreno, solo hubo tres ofertas: Trafigura, que ofreció un premio de $ 0,27 por barril; Puma, con $ 0,30 por barril; y Unlimited Corp, que hizo la mejor propuesta con $ 0,51 por barril. Mientras más alto es el premio para una compra, es mejor para la empresa petrolera estatal.
En esta segunda ocasión, Petroecuador dijo que invitó a 37 empresas calificadas. Todas ellas deben seguir un proceso riguroso, que incluye la presentación de informes financieros examinados por una firma independiente internacional, adicionalmente para la calificación de una empresa, esta debe tener un mínimo de dos años en la actividad hidrocarburífera, entre otros que van hasta análisis de accionistas y empresas subsidiarias.
Al momento no se conocen las razones para que se haya detenido nuevamente el proceso.