USD 333 millones faltan para cubrir gastos en salud

El Seguro de Salud, que cubre las atenciones médicas para jubilados y afiliados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), está en una situación crítica.

La crisis, admitida por sus propias autoridades la semana pasada, se generó pese a que desde el 2015 contó con más recursos debido a un incremento en las tasas de aportaciones para salud a costa de una reducción de los ingresos de pensiones y otros seguros.

El cambio, introducido a través de una resolución del Consejo Directivo de esa época, generó un gasto excesivo debido a una “falsa percepción de rentabilidad o riqueza”, explicó Paúl Granda, titular del máximo organismo del IESS.

La situación se complica este año. Según el Presupuesto para el 2019, los ingresos por aportes no alcanzarán para cubrir los gastos por prestaciones médicas y otros egresos del fondo.

Esto obligará nuevamente a la entidad a tomar USD 333 millones de los ahorros del fondo, que a octubre del 2018 tenía un saldo de USD 680 millones.

No obstante, la Dirección General de Gestión Financiera del IESS aclaró que la decisión de desinversión se tomará luego de una evaluación en el transcurso del segundo semestre de este año.

El total de gastos presupuestado para salud en este año es de USD 2 474 millones. Un 70% de ese monto se destinará a cubrir atenciones médicas, otro 24% a repotenciación de establecimientos de salud, compra de equipos y de medicamentos y al fortalecimiento del primer nivel de atención, con la contratación de 80 nuevos prestadores externos.

El financiamiento en el futuro será más complejo porque la contribución a salud debe ir disminuyendo progresivamente hasta el 2021, para llegar a ser el 5,16% del salario de un trabajador. Hoy es del 6,94%.

Otro hecho que ha presionado a este fondo -reconoció el titular del IESS– fue la ampliación en el 2010 de las atenciones médicas a los hijos menores de 18 años de los afiliados, sin el respectivo financiamiento. A este grupo se suman los hijos de jubilados. El gasto anual por esta medida es de unos USD 200 millones.

Además, al igual que en años anteriores, el Estado no contempló en su Presupuesto General del 2019 el aporte que debe dar para cubrir las atenciones a jubilados, amas de casas, personas con discapacidad o con enfermedades catastróficas. El Seguro pidió USD 477 millones.

Con ello, la deuda por estas coberturas, que se ha calculado en más de USD 3 000 millones, seguirá incrementándose. “Hay un comité trabajando (con el Ministerio de Finanzas) para establecer con claridad el monto de esa deuda”, dijo Granda.

Explicó que existe otra deuda desde el IESS hacia el Ministerio de Salud por USD 23 millones, por lo que posiblemente se hagan cruces.

El manejo operativo también ha tenido un impacto en la situación del fondo. Para Daniel Rodríguez, exdirector del Seguro de Salud, el esquema de atención es ineficiente, al no haber un adecuado control. “Debería definirse el tipo de prestaciones que se va a cubrir y los montos”.

Según datos del IESS, el 37% de las atenciones de un hospital de tercer nivel (alta especialidad) corresponde al primer nivel (patologías simples), mientras que el 48% es de segundo nivel. “Somos profundamente ineficientes en atención de salud”, reconoció Granda el pasado miércoles.

En los hospitales de alta especialidad, la principal cirugía que se practica es la cesárea, cuando están diseñados para intervenciones de alta complejidad. Rodríguez es partidario de cobrar una tasa adicional para las atenciones de los hijos de afiliados. Sobre el modelo de atención, subrayó que el énfasis debe estar en la prevención y promoción.

La demora en la entrega de citas continúa como una queja recurrente. María Isabel de la Cruz, de 85 años, padece de artrosis y osteoporosis. Se trata en un hospital del IESS, en Quito. “La atención es regular, hay que hacer colas tremendas y luego te dan una cita para dentro de tres o cuatro meses”.

La Dirección Financiera del IESS atribuyó estas demoras al aumento en el número de prestaciones, por las atenciones a los hijos de afiliados, y a la falta de un instrumento para estandarizar las mismas. Aseguró que se está trabajando en esta herramienta. “Es necesario que se administren los recursos como si fueran propios, buscando los mejores precios de servicios médicos, medicinas” y demás, añadió Rodrigo Ibarra, presidente de Actuaria Consultores.

El Seguro de Salud tiene una deuda de USD 900 millones con prestadores privados.

Granda anunció un gran diálogo para discutir las soluciones a estos y otros problemas del Seguro Social.

DIARIO EL COMERCIO