El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) reinició ayer sus actividades con una nueva mayoría que eligió a Christian Cruz como presidente y a Sofía Almeida como vicepresidenta de este organismo.
La elección se concretó en menos de una hora y se dio siete días después de que la Asamblea Nacional censurara y destituyera por incumplimiento de funciones a José Tuárez, Rosa Chalá, Victoria Desintonio y Walter Gómez.
La nueva correlación de fuerzas en el Cpccs se oficializó cuando, una hora antes de la elección, Cruz y Almeida suscribieron una autoconvocatoria al Pleno para cumplir con este procedimiento.
A ellos se unieron David Rosero y Francisco Bravo, nuevos consejeros titulares del Cpccs. Y ya dentro del Pleno lograron también el respaldo de Ibeth Estupiñán y María Fernanda Rivadeneira.
Almeida se encargó de mocionar la elección de Cruz, lo que de inmediato fue respaldado por Rosero. A su vez, Bravo se encargó de instalar la sesión y la nominó a ella como vicepresidenta.
“Es una oportunidad histórica de unirnos y liderar cambios profundos, el país necesita institucionalidad, trabajo, desprendimiento y sabiduría. Vamos a cristalizar la participación ciudadana, a fortalecer la institucionalidad del país y a salir adelante”, dijo Cruz.
El nuevo Presidente es un ingeniero financiero, de 43 años, graduado en la Universidad Central del Ecuador, que en su hoja de vida también muestra títulos en Artes Marciales.
En cambio, la Vicepresidenta es una ingeniera en ciencias empresariales de 32 años de edad, que se ha desempeñado como auditora por más de once años, en temas relacionados a la lucha contra la corrupción en la Contraloría.
De los siete integrantes de este organismo solo se abstuvo Juan Javier Dávalos, en las dos votaciones. Su argumento fue que la institución debía ser presidido por una mujer: o Almeida o Rivadeneira.
“Si el anterior Presidente fue un hombre, yo creo que era oportuno darle la oportunidad y, respetando el principio de alternabilidad, a una mujer. Eso no pudo consensuar, es por eso que simplemente me abstuve”, manifestó después de que se consumó la elección.
Dávalos, quien no oculta su afinidad con el expresidente Rafael Correa, reemplaza como consejero al fraile José Carlos Tuárez, quien ocupó la Presidencia del organismo durante poco más de dos meses.
Dávalos prefirió no dar detalles sobre las conversaciones que precedieron a esta elección. Pero aseguró que “no se rompió ningún acuerdo”.
Dávalos se animó a participar de una foto grupal con el resto de los consejeros, y antes de retirarse de la sala declaró a periodistas que “ha hecho mucho daño la lucha contra el correísmo (porque) están destruyendo las instituciones”.
El consejero afirmó que pondrá a disposición de sus colegas una propuesta para una defensa institucional del Cpccs, frente a quienes buscan disminuir las facultades o eliminar a este organismo.
El consejero habló también de buscar “otro tipo de relación” con la Función Legislativa. “La Asamblea creo que tiene que entender que no le conviene al país que institucionalmente perdamos un organismo como el Consejo”, dijo.
De su lado, Bravo, quien releva en el puesto de consejero a Rosa Chalá, concordó en que para sacar al Cpccs de “cuidados intensivos” necesitan unidad y apuntó que lo que une a la mayoría es el momento de crisis institucional.
“Creemos que es el momento oportuno para emprender un duro trabajo y poder hacer reflotar al Cpccs, eso nos une”, aseguró a la prensa. Bravo agregó que la hoja de ruta pasa por crear veedurías ciudadanas, la lucha contra la corrupción y fomentar la participación ciudadana.
“Nosotros somos respetuosos de la voluntad popular y creemos que el depositario de la voluntad popular es el soberano, si el día de mañana el pueblo dice, en consulta, el Cpccs tiene que irse, nosotros respetaremos”, añadió.
El flamante Presidente, en cambio, prefirió no profundizar sobre su plan de trabajo. Dijo que lo hará después de consensuar con todos los integrantes de este organismo.
La suerte de Cruz y Almeida tuvo un giro de 180 grados, si se toma en cuenta que el 13 de junio pasado, cuando se instaló el actual Cpccs electo en las urnas, no contaron con una mayoría que los apoyara para asumir las riendas de este organismo de control.
La consejera Rivadeneria propuso, en principio, que la vicepresidencia sea confiada a Ibeth Estupiñán, nueva consejera titular de este organismo, pues resaltó que colabora con esta institución desde sus inicios. Pero ella declinó esa posibilidad. “Creo que los ecuatorianos vimos un consejo dispar. Hoy podemos hacer un consejo unido, en el que trabajemos de manera conjunta”.
La elección de las nuevas autoridades sucedió mientras la Corte Constitucional tenía previsto sesionar para tratar dos pedidos de control constitucional para una consulta popular que convoque a una Asamblea Constituyente, cuya finalidad es eliminar al Cpccs, y otra más para una consulta diferente en la que los ciudadanos puedan decidir si se suprime al Consejo de Participación y sus funciones sean encargadas al legislativo, que pasaría a ser bicameral.
Uno de los temas pendientes del nuevo organismo es la aprobación del presupuesto para su operación. Según Rivadeneira, este bordea el USD 1 millón.
Por su parte, la Asamblea Nacional tiene pendiente la posesión de los nuevos consejeros alternos de la institución.