Según cifras oficiales y de organizaciones, en los últimos años aumentó el número de los pequeños productores dentro de este tipo de economía. Ellos exportan principalmente a Europa granos secos, rosas, azúcar y banano.
El clima de negocios que vive el país no solo atrae a los grandes inversionistas, sino también a los pequeños productores. Una parte de ellos trabaja bajo la filosofía del comercio justo, un movimiento que busca que las relaciones de negocio sean más equitativas, incluyentes y transparentes.
Su objetivo es beneficiar a los pequeños productores, que están en territorio, para que accedan al mercado nacional e internacional.
La Coordinadora Ecuatoriana de Comercio Justo informó que hasta 2018 existían 105 organizaciones, empresas y exportadoras certificadas con ese tipo de economía.
Según ProEcuador y Fairtrade Internacional, que es considerado el sistema de comercio justo más grande en el mundo, ese crecimiento significó el 1% de las exportaciones no petroleras durante el año pasado, es decir más de $ 149 millones.
Las asociaciones locales manejan una cifra superior de $ 200 millones por ventas en 2018. Afirman además que este 2019, las exportaciones aumentarán.
Sus productos llegan a alrededor de 80 destinos del mundo, entre ellos Italia, Estados Unidos, Alemania, Rusia, Países Bajos, Turquía, Bélgica y Reino Unido.
Esos países consumen principalmente cacao, fibras de abacá, rosas frescas, azúcar de caña, café arábico, mermeladas y granos como quinua, cebada y arroz.
El proceso para que finalmente estos productos lleguen a las perchas internacionales no es sencillo.
Rubén Tapia, presidente de Ninakai, que asesora y capacita sobre ese tipo de economía, explicó que organizaciones como Salinerito, Maquita, Camari y la Corporacion Feria de Loja acuden al territorio, en donde se encuentran los pequeños productores.
“En esos lugares, ellos no están bien organizados y hay individualismo”, dijo Tapia, al señalar que los pequeños emprendedores tienen dificultades para producir y comercializar.
La idea del asesoramiento es aumentar la producción, mejorar la calidad y apoyar la asociatividad. El acompañamiento permite que los productores accedan a una certificación que garantiza su calidad y que empleen prácticas de comercio justo.
Con esta, esos productos pueden comercializarse en los mercados locales, y también son ofertados a otras asociaciones. Estas a su vez son el vínculo para acceder a tiendas específicas y cadenas más grandes como Supermaxi y Santa María.
Las organizaciones también se encargan del proceso de exportación. “En ese proceso se pregona el comercio justo para que los pequeños emprendedores puedan generar mayor ganancia y la ciudadanía pueda acceder a productos de calidad, 100% naturales”, manifestó Tapia.
Camari, un supermercado especializado en comercio justo
Camari es una tienda que ofrece todo tipo de productos. Allí no se ofertan artículos de las grandes marcas. En una de sus tiendas, ubicadas en la calle Versalles, en el centro-norte de Quito, hay todo tipo de insumos. Sobresalen los granos secos y jugos 100% naturales.
Sagrario Angulo, gerente de Camari, invitó a la ciudadanía para que compren los productos “a precios módicos y de calidad”.
Entre los productos más solicitados se encuentran la panela a un costo de $ 1,57; quinua, $ 1,55; y el jarabe de jengibre a $ 3,92. Este último producto en otras tiendas tiene un precio de $ 4,20.
Afirmó que la mercadería tiene un valor adicional. En su mayoría fueron realizados por mujeres, sin mano de obra infantil y con cuidado del medio ambiente.
Para los productores, el sistema del comercio justo permite ofertar sus productos a buenos precios y con altos estándares de calidad, dijo Francisca Solórzano, quien cultiva caña en Lago Agrio para producir azúcar granulada y panela. Además, bajo esa caracterización ha podido captar clientes fijos y así calcular mejor sus ingresos.
Mes del comercio justo
El segundo sábado de mayo se celebró el Día Mundial del Comercio Justo, para lo cual el Día Mundial del Comercio Justo organizó charlas, seminarios y ferias.
Las mismas forman parte de la Campaña Internacional de Ciudades por el Comercio Justo, denominada Enlaces. Quito es parte de esa entidad porque en octubre de 2016 se convirtió en la primera capital latinoamericana en tener la denominación de “ciudad de comercio justo”.
Para el 4 y 5 de junio también está programado el II Foro de Banano Fairtrade, en Guayaquil. Allí se informará sobre las tendencias y desafíos de los mercados de comercio justo a nivel global.
La Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (CLAC) eligió al país para ese evento debido a que aumentó su exportaciones de ese tipo de economía. (I)