La medianoche de este 31 de diciembre de 2022, Petroecuador informó que los bloques 16 y 67 pasaron a su administración a las 24:00 de ese día, tiempo en cual se cumplió el plazo contractual de Repsol en dichos campos, que están ubicados en la provincia de Orellana.
Ambos bloques tienen una producción aproximada de unos 13.533 barriles por día, según información de Petroecuador.
Si bien el contrato por los bloques petroleros fue suscrito entre el Estado ecuatoriano y un consorcio conformado por la española Repsol, desde 2021 estaban siendo operados por Petrolia, subsidiaria de New Stratus Energy (NSE).
En una operación internacional, NSE adquirió la participación de los bloques a Repsol. NSE, de origen canadiense, buscaba la extensión del contrato para seguir operando en los dos bloques bajo la promesa de inversión para incrementar la producción petrolera.
Sin embargo, el Estado ecuatoriano decidió revertir los campos y no negociar la permanencia de Petrolia con el argumento de que la firma no había justificado su capacidad financiera para invertir y su experticia en la operación de esos bloques petroleros.
NSE ha anunciado que iniciará un laudo arbitral al Estado ecuatoriano, tras desistir de las negociaciones para ampliar el contrato.
Petroecuador informó que en un evento simbólico en territorio, estuvieron presentes el gerente General de la empresa pública, Hugo Aguiar Lozano, y autoridades técnicas que se dirigieron al personal resaltando el compromiso con el Estado ecuatoriano en cumplimiento de la Constitución y la ley.
Según un comunicado, el ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite, y el viceministro de hidrocarburos, Rubén Espín, estuvieron presentes de manera virtual. Para llegar a este momento, con la disposición del Gobierno Nacional, el Ministerio de Energía y Minas notificó a Petroecuador para que asuma la operación de los bloques 16 y 67.
Con esa disposición, la petrolera pública sumó a la mayoría del personal de estos bloques y dio continuidad a contratos que permitan cumplir con los procesos técnicos, económicos, legales, ambientales y sociales.
Ambos bloques petroleros tenían 400 trabajadores, de los cuales fueron ratificados 92 % de la platilla, según información de Petroecuador. Es decir, unos 32 empleados fueron desvinculados.
La empresa pública indicó se fortalecerán las relaciones con las estaciones científicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y la Universidad San Francisco de Quito, ubicadas en esta área de alta sensibilidad ambiental y social, con quienes se trabajará de manera directa. Lo propio se hará con las comunidades, los gobiernos locales y los organismos de la sociedad civil.