Los precios siguen subiendo. La inflación anual de mayo cerró en 3,38 % ubicándose como la más alta desde el 2015, mientras que la mensual fue de 0,56 %. En ese mes, las categorías que más se encarecieron fueron los alimentos, la salud y los transportes, según el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Dentro de los alimentos lo que más subió de precio fue el aceite vegetal, que tuvo una inflación mensual de 13,94 %; el culantro, que se encareció en un 15,87 %; la zanahoria amarilla, en un 13,98 % y el tomate riñón, 5,38 %. En el listado también aparecen otros productos como la leche líquida pasteurizada (5,03 %), el yogurt (4,21 %), el plátano verde (4,49 %), las presas de pollo (2,44 %) y el pan corriente (2,30 %).
En la inflación mensual de mayo, la salud aparece en segundo lugar como las divisiones que más alza de precio tuvieron, aunque en la variación interanual está en sexto lugar.
En la incidencia mensual lo que más subió de precio son los suplementos minerales, vitaminas y preparados antianémicos (9,49 %), preservativo (4,55 %), medicamentos para el sistema nervioso (4,21 %); para el sistema cardio vascular (1,19 %), combinaciones de supresores de la tos y expectorantes (1,07 %) entre otros. Los servicios odontológicos y oftalmológicos se encarecieron entre 0,22 % y 2,14 % respectivamente.
En el caso de transporte, es la gasolina de alto octanaje que se encareció en un 3,53 %.
“El ingreso familiar alcanza cada vez menos para cubrir la canasta básica, comentó en Twitter el analista económico Ángel Maridueña, a propósito de la divulgación de cifras.
En efecto, el precio de la canasta familiar básica tuvo una variación mensual de 0,89 %, el precio del pasado mayo fue de 735,15 dólares. Aunque según la fórmula del INEC dice que un hogar tiene los ingresos para cubrir los gastos, en la práctica la ciudadanía no siente esto, más bien se queja de que el dinero no alcanza. “No hay dinero que alcance, porque además de tener el dinero para la comida, alquiler de casa y pago de servicios médicos tenemos gastos en la salud, porque en los hospitales no hay medicina y tenemos que comprar todo en la farmacia privada”, se quejó Verónica Velasco, ciudadana que el fin de semana llevó a su hija a hacer una terapia respiratoria que le costó $ 25, la consulta médica $ 25, el examen médico $ 30 y la receta $ 50.
Velasco agregó que si el país contara con un sistema de salud de primera no hubiera gastado 130 dólares el fin de semana, “para cubrir este gasto adicional tuve que usar la tarjeta de crédito, no hay dinero que alcance. Por ejemplo en mi casa solo trabaja una sola persona, los demás no hemos conseguido empleo”, dijo.