Las exportaciones de banano podrían terminar el 2019 con un mínimo crecimiento. En el primer trimestre apenas aumentaron 2,49%, en relación con el mismo periodo del 2018. De enero a marzo, vendió un volumen de 95,2 millones de cajas de banano, frente a 93,3 millones del año pasado. Pero las ventas habían tenido un mejor desempeño en el primer trimestre de los dos últimos años, con 5,73% y 4,87% en el 2017 y el 2018, respectivamente. Fabricio Espinosa, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), espera que las ventas totales de este año superen al menos los 350 millones de cajas del 2018. Calcula un crecimiento de 1,2%, si se mantiene la tendencia del trimestre. El 2018 el aumento fue de 6%. “Hay que esperar al final del año. Pero aspiramos a que se pueda lograr la misma producción de fruta del 2018”, dice. Eso también dependerá del impacto de la estación invernal en la Costa. No hay cifras oficiales, pero se estima que cerca de 5 000 hectáreas han sido afectadas. Aunque gran parte de las plantaciones podría recuperarse, una vez que bajaron las inundaciones, por la tecnificación, sobre todo en Los Ríos. Pero lo que más preocupa a los exportadores es el escenario externo. El punto rojo del periodo está en la Unión Europea (UE), el principal mercado de la fruta ecuatoriana. Los envíos a la UE cayeron 15,46% en el trimestre, en relación con el año anterior. También se registró un descenso a Sudamérica, de 6,79%. Eso frente al crecimiento de otros mercados como Asia, Rusia, Oriente Medio y EE.UU. Después de dos años de crecimiento continuo, tras el Acuerdo Multipartes firmado en el 2016, el primer trimestre de este año registra una fuerte caída, según el boletín estadístico elaborado por AEBE. La UE capta el 29,75% de la fruta ecuatoriana, seguida de Rusia (23,11%), Oriente Medio (12,72%) y EE.UU. (11,01%). “La competencia reaccionó bajando el precio y ganó mercado a Ecuador. No somos competitivos”. Eso señala Richard Salazar, administrador de la Asociación de Comercialización de Exportadores de Banano (Acorbanec). El Ministerio de Agricultura fijó para el 2019 el precio oficial al productor en USD 6,30. Eso significó 10 centavos más. En tanto, el valor referencial FOB que debe declarar el exportador se ubicó en USD 8,1353. Guatemala, por ejemplo, bajó 50 centavos. Ningún país competidor tiene “una normativa bananera tan rígida”, según Salazar. A eso añade altos costos de producción y contratación laboral. Espinosa recuerda que en octubre pasado Ecuador sufrió una presión de la cadena de supermercados europeo Aldi, para que bajara el precio de la caja. Como Ecuador no bajó, los compradores redujeron sus compras al país y para este año hay pocas posibilidades de recuperar el mercado de la UE. “Para el 2019 están corridos los contratos. Los nuevos negocios serían para el 2020”. Además, se acerca la temporada de frío en Europa y caerá el consumo frente a otras frutas. Ante eso, el sector insiste en la necesidad de acuerdos comerciales. La semana pasada, Reino Unido firmó un acuerdo multipartes con Ecuador, Colombia y Perú. Según el ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, el 95% de los bienes exportables del país podrá entrar sin aranceles. Espinosa estuvo en ese acto. Y destaca que el ministro peruano de Comercio Exterior y Turismo, Édgar Vásquez, mencionó que su país ya tiene 19 acuerdos comerciales. Por eso el sector espera que la Asamblea acelere la aprobación del acuerdo con los Estados de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). El 25 de junio del 2018 se realizó la firma, pero todavía no entra en vigencia. También espera concretar un acuerdo con Corea del Sur, que cobra 30% de arancel, frente a un competidor natural que es Filipinas, que paga menos. Y se espera que la OMC resuelva a favor de Ecuador, para que Brasil elimine barreras fitosanitarias al banano. El sector también busca que la Ley del Banano, que está para segundo debate en el Legislativo, se archive; ya que no se contemplaron cambios propuestos y hay sanciones desproporcionadas. Los exportadores preparan una estrategia conjunta, a través de lo que denominan el ‘clúster de banano’, para tener una sola voz frente a las demandas de mayor mercado y las normativas.