Las oportunidades y los riesgos que ve el sector productivo en un acuerdo con China

El 50 % de los productos textiles que se expenden en el mercado local proviene de China. El resto se reparte entre producción nacional y de otros países. Ocurre sin que Ecuador tengan un acuerdo comercial con el gigante asiático.

Por su economía de escala y los precios menores, las prendas chinas no solo representan una competencia directa para los productos textiles nacionales, sino para otros rubros manufacturados localmente.

La idea de concretar un acuerdo de libre comercio con China, que implique retirar aranceles en ambos lados, ha despertado optimismo en el sector exportador no petrolero, pero también inquietud de ciertos rubros que serían sensibles ante las importaciones, como el caso del sector textil, de calzado y otros.

El presidente Guillermo Lasso ha lanzado la idea de que se quiere concretar un acuerdo con China hasta el 2022. Y para ello ya hizo un primer acercamiento con su homólogo Xi Jinping.

A diferencia del potencial que podrían tener productos de agroexportación, la manufactura podría tener complicaciones. Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), sostiene que con un tratado de libre comercio existe un “riesgo grande” para productos de su sector.

“Sabemos que no tendríamos oportunidad de exportar al mercado chino productos manufacturados en forma masiva, sería algo marginal lo que se podría exportar, pero ellos tendrían la capacidad de ganarse el mercado completo”, dice Díaz.

El dirigente gremial afirma que ellos han enviado una carta al ministro de la Producción, Julio José Prado, para pedir una cita con el fin de conocer los alcances del acuerdo que se pretende firmar y cómo se negociarían los temas con sensibilidades a la apertura.

Del lado artesanal también existe preocupación. Luis Sánchez, dirigente de artesanos en Guayas, indica que las confecciones y calzado podrían tener un golpe fuerte porque no tendrían cómo competir con artículos chinos de menor precio.

El artesano explica que mientras la confección local en volumen de una gorra llana, sin bordado, puede costar $ 1,50, las chinas puestas en Ecuador se cotizan en $ 1. Eso, dice, incide para que algunas empresas prefieren importarlas.

 

Top 5 de productos de exportación a China, 2020 En millones de dólares Crecimiento, 2019-2020
Camarón 1.892 -9%
Madera y manufacturas 447 237%
Banano y plátano 167 -26%
Minerales y metales 165 978%
Alimentos para animales 30 -3%
Fuente: Fedexpor

Sánchez cree que primero se debe levantar y reforzar la mano de obra nacional para apuntar luego a negociar con China, considerando exclusiones para productos sensibles.

El mayor optimismo está en la orilla exportadora, que ve oportunidades de crecimiento en los rubros que actualmente se envían y en otros de la canasta agrícola que no han podido aún entrar. Y allí están el camaronero y bananero, que ahora deben pagar entre 5 % y 10 % de aranceles para ingresar.

José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, indica que un acuerdo permitirá tener una importante reducción de aranceles y un potencial de crecimiento debido a que podrán competir por igual con otras naciones que tienen tratados con ese país. Solo su sector calcula que se evitarán pagar $ 100 millones anuales en aranceles.

En 2020, el comercio no petrolero entre Ecuador y China dejó un saldo desfavorable de $ 752 millones, en donde las importaciones tuvieron mayor preponderancia que las exportaciones.

En el caso de las exportaciones, alcanzaron $ 2.867 millones en 2020, lo que significó un incremento del 7 % en relación al 2019, según datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

China se constituyó como el tercer mercado de destino para las exportaciones no petroleras del país en el 2020. Este mercado acoge alrededor de 145 productos exportados.

Xavier Rosero, vicepresidente ejecutivo en Fedexpor, considera que las frutas, vegetales y preparados alimenticios pueden tener oportunidades con un acuerdo que puede permitir diversificar la oferta exportable.

Para las importaciones de ciertas partidas necesarias para el sector productivo también puede existir un beneficio. Rosero sostiene que el 60 % de lo que se importa de China son materias primas y bienes de capital. “Desde el punto de vista de favorecer una menor estructura de costos para los sectores productivos, esto puede ser importante”, asegura.

Rosero asevera que para otras importaciones sensibles, las negociaciones tienen esquemas con tiempos establecidos para que los sectores puedan acoplarse a la competencia o se excluyen ciertos rubros.

El dirigente indica que se debe tomar en cuenta que ya China tiene una presencia y una inserción importante en algunos sectores. “Ya los tenemos aquí, la intención es ver cómo podemos trabajar las condiciones de competitividad de los sectores productivos para que puedan entrar en una competencia equilibrada, transparente y programada, sobre todo para los casos en que existe sensibilidad”, dice.

DIARIO EL UNIVERSO