El plan para extraer crudo del campo Ishpingo, que forma parte del bloque 43 ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini), se modificó por las demoras en la emisión de las licencias ambientales.
La empresa pública Petroamazonas, que opera esta área, tiene previsto alcanzar una producción de 90 000 barriles diarios a fines de este año. Inicialmente, se esperaba extraer de este campo 102 000 barriles.
La reducción de la meta se produjo por la demora en la emisión de las licencias que debe otorgar el Ministerio de Ambiente. Petroamazonas esperaba contar con estos permisos -que permiten iniciar con las operaciones- desde septiembre del 2018.
Los barriles de crudo que no se extraerán del ITT -y por lo tanto no se comercializarán- representan pérdidas en los ingresos que percibe el Estado. “Esto empeora la situación de la caja fiscal”, explica José Orellana, asesor financiero.
Aunque la reducción de la producción de este bloque se compensará, en parte, con el precio del barril de crudo, sostiene José Luis Fuentes, docente e investigador de Políticas Públicas de la Universidad de las Américas (UDLA).
El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), que sirve de referencia para la comercialización del crudo ecuatoriano, cerró ayer en USD 61,78.
Esta cotización está por encima de los USD 50,05 por barril, que es el precio que consta en el Presupuesto del Estado.
En el replanteamiento de la meta de producción del ITT incidió también la reducción del área que será explotada.
El Gobierno decidió intervenir solo en dos plataformas (A y B) de las siete de Ishpingo, porque una parte de este campo se encuentra dentro del área de amortiguamiento.
Esta franja de territorio bordea a la zona intangible, donde está prohibida la explotación de recursos naturales, por la presencia de pueblos en aislamiento voluntario.
Petroamazonas tiene previsto contar con las licencias ambientales hasta fines de este mes. Así, desde noviembre próximo se empezaría a obtener los primeros barriles de crudo de Ishpingo. Para ese propósito se contará con dos taladros, refirió Álex Galárraga, gerente de la estatal.
En promedio, la construcción de las primeras instalaciones y de pozos tomará alrededor de seis meses.
En total, en este campo petrolero, considerado el más productivo del ITT, se perforarán 100 pozos, lo que demandará una inversión de alrededor de USD 450 millones.
Además, en el desarrollo de estas instalaciones se aplicarán medidas de seguridad rigurosas, porque esta área petrolera ocupará una parte del Parque Nacional Yasuní, señaló la petrolera estatal.
Para precautelar esta área megadiversa, las tuberías (oleductos) por las que se transporta el crudo tendrán protecciones extras. Esto ayudará a controlar el paso de este hidrocarburo.
Las plataformas donde se perforan los pozos tendrán menos de tres hectáreas. Los senderos de acceso medirán seis metros de ancho. Y, además, se implementarán mecanismos para proteger la fauna y flora de este territorio.
“Petroamazonas está listo con los procesos de licitación, diseño y construcción de Ishpingo. Ya solo es cuestión de que (en el Ministerio de Ambiente) nos bajen la bandera”, expresó Galárraga.
Este Diario consultó al Ministerio de Ambiente sobre la emisión de las licencias para Ishpingo, pero la entidad informó ayer que enviará las respuestas en el transcurso de esta semana.
Actualmente, el bloque ITT produce 66 268 barriles por día, según el reporte de ayer de la petrolera estatal. De acuerdo con estas cifras, se trata del tercer bloque más productivo del país, luego de Auca y Sacha, respectivamente.
El crudo del ITT proviene de Tiputini y Tambococha, que ya están en producción.
En el campo Tambococha incluso se empezó a perforar los pozos en la última plataforma (E). Esta área se encuentra a 8 kilómetros de distancia de Ishpingo. Además, Petroamazonas está gestionando una licencia ambiental para desarrollar una sexta plataforma.
La producción actual de Petroamazonas asciende en total a 424 486 barriles por día. Se trata de una cifra mayor a la registrada en mayo del 2018, cuando fueron 404 000. Pero la meta de la estatal a fin de este año es llegar a 500 000 barriles.