Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI) y de la Superintendencia de Bancos, en el 2022 el 49,8 % del monto facturado en supermercados con tarjeta de crédito se pagó a plazos. La práctica, que ha sido poco recomendada por los asesores financieros, causa preocupación porque se puede convertir en una deuda insostenible a largo plazo.
Así lo asegura César Coronel, gerente de Defensa Deudores Ecuador, quien aconseja revertir esta práctica aplicando ciertas recomendaciones para manejar de forma prudente el crédito de consumo. El experto recuerda que no es ideal usar las tarjetas para costear alimentos. Lo mejor, dice, “es usar el consumo diferido para financiar bienes o servicios durables como la compra de un auto, arreglar la casa, estudios, entre otros”.
Si va al supermercado y no tiene otra opción que usar el plástico, lo mejor es tratar de que ese pago se haga de forma corriente, es decir al corte de la tarjeta de crédito. Si no hay forma de prevenirlo, “podría hacerlo en la menor cantidad de cuotas posibles y sin intereses”, dice.
Para iniciar este año con pie derecho en las finanzas del hogar, Coronel sugiere adoptar la práctica de liquidar el total de los gastos del mes y no solo hacer pagos mínimos. También, evitar liquidar un crédito con otro crédito y hacer avances en efectivo, pues es una alternativa que encarece aún más el dinero que se presta a un banco.