Estas son las tasas de interés que rigen para segundo semestre del 2022 en Ecuador

No hubo novedades en el nuevo tarifario de tasas de interés que rigen a partir del 1 de julio de este año. La Junta de Política y Regulación Financiera, presidida por María Paulina Vela Zambrano, fijó las tasas que regirán en el segundo semestre del 2022. Lo hizo a través de la Resolución JPRF-F-022-031 del 29 de junio pasado.

Sin embargo, dichas tasas no variaron y se quedaron exactamente como las que se fijaron a principios de año, en enero del 2022.

Frente a voces desinformadas que indicaban que las tasas activas máximas se habían incrementado, el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, tuvo que explicar a través de redes sociales que no ha habido tal incremento y que, más bien, las tasas de interés en el Ecuador se han ido reduciendo de manera paulatina desde julio del 2016.

Así, las tasas máximas, según el cuadro presentado por Avellán, se mantuvieron prácticamente fijas desde 2016 hasta el 2021, a excepción del crédito minorista, que bajó. Entre tanto, una vez que se aplicó la nueva metodología por parte de la Junta, las tasas se redujeron en su conjunto, de manera leve.

De acuerdo con Patricio Chanabá, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), lo que la Junta Financiera hizo fue mantener las tasas de interés que ya estaban vigentes desde enero del 2022 y que obedecían a una nueva metodología creada. Es decir, no hubo ningún cambio ni hacia arriba ni hacia abajo. Esto se debería, agrega, al hecho de que la Junta está dándose un espacio para ver cómo va la realidad en el mercado y posiblemente crear un sistema más acorde.

Considera que las actuales tasas máximas y referenciales están en el papel, pero en la realidad son mucho más bajas. Ello se debe a que estas obedecen principalmente a la ley de la oferta y la demanda de dinero. Recuerda que, en el último tiempo, la demanda de crédito bajó por los problemas de la pandemia; así, el sistema financiero está sólido en términos de liquidez, por lo que hay mayor oferta de dinero. Sin embargo, piensa que esta situación no se mantendrá, pues todo se irá ajustando cuando la economía se equilibre.

En todo caso, dice Chanabá que lo que está pasando con las tasas de interés nos deja una clara lección de que la actual metodología, que es por costeo, no es la más adecuada, pues no refleja lo que pasa en el mercado real.

El actual esquema de cuatro componentes, indica, se asemeja más a una herramienta interna. Y asegura que es susceptible de usarse de manera política, pues se podría echar mano de ciertos factores para tratar de bajar la tasa: reducir provisiones, pero generando mayor riesgo, o bajar costos, dejando de lado la inclusión financiera.

De acuerdo con Patricio Chanabá, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), lo que la Junta Financiera hizo fue mantener las tasas de interés que ya estaban vigentes desde enero del 2022 y que obedecían a una nueva metodología creada. Es decir, no hubo ningún cambio ni hacia arriba ni hacia abajo. Esto se debería, agrega, al hecho de que la Junta está dándose un espacio para ver cómo va la realidad en el mercado y posiblemente crear un sistema más acorde.

Considera que las actuales tasas máximas y referenciales están en el papel, pero en la realidad son mucho más bajas. Ello se debe a que estas obedecen principalmente a la ley de la oferta y la demanda de dinero. Recuerda que, en el último tiempo, la demanda de crédito bajó por los problemas de la pandemia; así, el sistema financiero está sólido en términos de liquidez, por lo que hay mayor oferta de dinero. Sin embargo, piensa que esta situación no se mantendrá, pues todo se irá ajustando cuando la economía se equilibre.

En todo caso, dice Chanabá que lo que está pasando con las tasas de interés nos deja una clara lección de que la actual metodología, que es por costeo, no es la más adecuada, pues no refleja lo que pasa en el mercado real.

El actual esquema de cuatro componentes, indica, se asemeja más a una herramienta interna. Y asegura que es susceptible de usarse de manera política, pues se podría echar mano de ciertos factores para tratar de bajar la tasa: reducir provisiones, pero generando mayor riesgo, o bajar costos, dejando de lado la inclusión financiera.

 

DIARIO EL UNIVERSO