Al cabo de casi tres años en vigencia, la polémica Resolución 501 que revirtió las tablas de aportación y distribución del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) será eliminada.
Así lo anunció este martes 19 de marzo Paúl Granda, presidente del Consejo Directivo, en una conferencia con empresarios de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham).
Señalada como una de las causantes de la actual crisis financiera del IESS, la resolución aprobada en noviembre de 2015, por el Consejo Directivo presidido por Richard Espinosa, provocó que hasta ahora la entidad desinvirtiera alrededor de $ 6.000 millones de sus ahorros para trasladarlos al fondo de salud.
Cada año, desde 2015, se tomaron en promedio $ 1.700 millones del fondo de pensiones para solventar la carencia de recursos en salud, señaló Granda.
Durante el encuentro con la Amcham el titular del IESS manifestó que existe la “obligación de revertir” dicha resolución, porque es una recomendación de la Contraloría General del Estado.
“Hay que ser francos y sinceros: ya no había plata para salud. Si no se ponían más recursos en salud dejaban de operar nuestras instalaciones (…) Se tapó un hueco, pero se abrió otro, que es el fondo de pensiones”, describió.
La noticia fue recibida con cierta incertidumbre por parte de Manuel Muñoz, presidente de la Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas de Montepío del Ecuador.
Para él, lo dicho por Granda es positivo porque abona a solucionar el problema de sostenibilidad del IESS, pero mientras no exista un cronograma o acciones concretas para revertir la resolución “todo queda en buenas intenciones”.
Los jubilados responsabilizan de la situación a los diferentes miembros del Consejo Directivo en las administraciones de Ramiro González y Richard Espinosa, pues sus decisiones provocaron la actual crisis.
Con ello coincidió Patricia Borja, especialista en temas de Seguridad Social, quien recordó que se ampliaron servicios sin que haya financiamiento y se levantó infraestructura de cuestionable calidad.
Borja ve con buenos ojos la futura eliminación de la Resolución 501, ya que frena la desinversión de los ahorros de los afiliados y dejará de perjudicar al fondo de riesgos de trabajo.
Sin embargo, advirtió que el proceso debe ser progresivo. Suprimir de inmediato la medida causaría más inconvenientes porque no existen suficientes ingresos para reemplazar los recursos que se toman actualmente.
Granda no especificó cuándo ni cómo se llevará a cabo la reversión de las tablas de distribución, pero, aseguró, su objetivo es frenar la situación.
“Nos pusimos como meta este año no desinvertir más allá de $ 400 millones. Trabajamos para no desinvertir nada. No volver a desinvertir más en el banco (del IESS), porque eso es una irresponsabilidad”, aseguró.
Borja agregó que las estrategias deben nacer de las conclusiones y recomendaciones de los estudios actuariales, cuya publicación está pendiente desde finales de 2018.
Eso será el punto de partida y la base técnica de cualquier decisión, ya que los informes reflejarán las condiciones del IESS, así como su proyección en el futuro.