Durante el período de enero a mayo del 2025, el mercado de valores ha alcanzado volúmenes transaccionados por encima de las proyecciones que se tenían en un contexto electoral polarizado, que históricamente ha frenado las negociaciones debido a la incertidumbre inherente sobre el rumbo político y económico del país.
Bonos proveedores y sector real: los impulsores del crecimiento. Al comparar los resultados con el mismo periodo de 2024, se observa que el crecimiento no ha sido homogéneo. Los bonos proveedores emitidos por el Ministerio de Economía y Finanzas y, en menor medida, la actividad del sector real, han sido los principales catalizadores del aumento en las transacciones, en contraste con la reducción observada en otros instrumentos financieros, como los Certificados de Tesorería y las notas de crédito del SRI.
La evidencia es clara: mientras los Certificados de Tesorería o Notas del Tesoro cayeron 15%, los bonos proveedores crecieron 368%. En dólares, esto representa un aumento de USD 575.6 millones, que por sí solo explica la totalidad del crecimiento del sector público en el mercado primario (+6%). El total negociado del sector público pasó de $3,503 millones a $3,724 millones en mercado primario. La diferencia clave en este desempeño corresponde precisamente a los bonos proveedores.
Un mecanismo que dinamiza el financiamiento público. Los bonos proveedores demuestran la funcionalidad que tiene el mercado de valores para el financiamiento público. Este instrumento permite al Estado cubrir deudas con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs), hospitales, universidades, los cuales, a su vez, los entregan a sus proveedores como forma de pago. Posteriormente, estos proveedores negocian los bonos en el mercado de valores, usualmente con un descuento, para obtener liquidez inmediata. Este instrumento no solo alivia la presión fiscal del Estado, sino que también moviliza recursos.
Sector público como reto estructural. No obstante, el auge de los bonos proveedores también pone en evidencia un reto estructural: la alta concentración de la actividad bursátil en el sector público, que representa actualmente el 62% del volumen total negociado. Si bien el sector real muestra un avance significativo—con un crecimiento del 61% frente al mismo periodo del año anterior—su participación sigue siendo limitada, alcanzando apenas el 10% del total. Para que el mercado alcance un mayor equilibrio y profundidad, es urgente flexibilizar las barreras regulatorias que limitan la participación de emisores privados y generar condiciones que atraigan demanda, tanto local como internacional. El auge de los bonos proveedores debería ser la antesala para replicar instrumentos ágiles, con impacto directo en la economía productiva.

