Expertos recomiendan crear un fondo de ahorro o emergencia, invertir en educación o en una vivienda. Un emprendimiento puede ser otro destino de los recursos.
Anita Holguín trabaja como cajera de una entidad bancaria y recibió $ 2.900 de utilidades. Ella, que mantiene licencia por maternidad, aprovechó el dinero extra para cancelar sus tarjetas de crédito y adelantar los pagos de colegiatura de sus dos hijos. Holguín cumple con una de las principales recomendaciones que dan los expertos en finanzas personales a la hora de recibir las utilidades: pagar deudas. “Mientras más rápido se cancelan las deudas, el resto del año va a tener un alivio financiero y va a generar menos problemas”, indicó Natalia Garzón, directora ejecutiva de la Fundación Bien-Estar de Mutualista Pichincha.
En caso de no tener deudas es importante que una parte del dinero se lo destine para crear un fondo de emergencias que lo ayudará a salir de futuros imprevistos.
Un grave problema antes de recibir este pago, es que muchas personas “se lo gastan sin haberlo recibido”, cuenta la experta. La situación se agrava cuando los trabajadores esperan una utilidad más alta a la que realmente reciben.
Garzón enfatiza que la utilidad es un dinero extra, por lo que no debe considerarse en el presupuesto del hogar. Francisco Nazati, jefe de Banca Personas de Banco ProCredit, coincide con Garzón y recomienda no ocupar el dinero de las utilidades en gastos corrientes como: alimentación, vestimenta o transporte. “Este tipo de gastos deben ser cubiertos con los ingresos corrientes”.
Este dinero también puede ser destinado a la compra de bienes muebles o como entrada para bienes inmuebles. Si no está planificado ningún tipo de inversión, se puede optar por un plan de ahorro, dice Nazati. Los bancos ofrecen algunas alternativas de inversión como pólizas a mediano y largo plazo. Los certificados de ahorro son otra opción para generar mayor interés en el dinero invertido; o certificados de capital, que permiten invertir en títulos representativos de capital en una sociedad. Otro camino es iniciar un emprendimiento, siempre y cuando se tenga un plan de negocios sostenible.