Los primeros seis meses del año en materia fiscal estuvieron marcados por la vuelta del Fondo Monetario Internacional (FMI) al país. Con la firma de una carta de intención con el ente el Gobierno se comprometió, entre otras cosas, a reducir sus gastos y a alcanzar un equilibrio en las cuentas públicas.
En el primer semestre el Fisco ha logrado reducir algunos rubros; sin embargo, aún existe un hueco fiscal USD 685 millones debido a que los gastos son todavía superiores a los ingresos. La cifra, que no incluye el costo por importación de derivados, es mayor a la registrada en igual período del año pasado (USD 441 millones). A esta brecha se le llama déficit.
De acuerdo con datos del Ministerio de Finanzas, el gasto que más se ajustó este primer semestre fue el destinado a inversión y obras públicas, que se redujo en un tercio comparado con el mismo período del año pasado. Fabián Carrillo, viceministro de Finanzas, reconoció la semana pasada que el Gobierno ha ejecutado cerca del 25% de las obras que forman parte del Plan Anual de Inversiones (PAI) de este año.
Esta baja ejecución se explica porque los recursos que el país ha recibido en este semestre -de organismos multilaterales y de la emisión de bonos- han servido principalmente para fortalecer las reservas internacionales, explica Fausto Ortiz, exministro de Finanzas.
El país debe cumplir con una meta de reservas mínimas como parte del acuerdo con el FMI, aunque esta podría revisarse, según Verónica Artola, gerenta del Banco Central.
Este indicador es importante, porque es una especie de respaldo o colchón en efectivo que tiene el país para atender cualquier evento inesperado.
Los recursos destinados al pago de salarios del sector público, en cambio, bajaron en USD 65 millones. El monto está lejos de la meta de USD 500 millones que el Ministerio de Finanzas estimó reducir para este año en tres sectores (Gobierno, IESS y empresas públicas) como parte de los acuerdos con el FMI.
Por todo esto, el Gobierno dispuso en febrero que las empresas públicas reduzcan sus nóminas en un 10%. Empresas como CNT y Petroecuador anunciaron que emprendieron estos recortes en este año. Además, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) dijo que desvinculó a unas 1 000 personas entre enero y mayo pasados.
Por otro lado, un gasto que el Fisco no ha logrado controlar en los primeros seis meses del año es el destinado al pago de los intereses de la deuda. Hasta junio, el país canceló USD 1 708 millones por costos financieros, 286 millones más que igual período del año pasado (ver gráfico).
El mes pasado, Finanzas emitió bonos a diez años plazo para recomprar deuda que estaba por vencer en 2020. Jaime Carrera, vocero del Observatorio de la Política Fiscal, explica que con esto Finanzas logró posponer un pago, aliviando la presión de tener que hacer ese desembolso el 2020; sin embargo, el impacto de la operación en el rubro de intereses no será mayor.
Los egresos por el mantenimiento de las instituciones estatales también aumentaron en un 7,6%, a pesar de la política de austeridad. En este rubro se suman, por ejemplo, pagos de arriendo, servicios básicos de entidades, impresiones, viáticos, entre otros.
Un gasto adicional que soportó el Presupuesto esta primera mitad del año fue el pago del 40% del aporte estatal al fondo de pensiones del IESS. El año pasado, la Corte Constitucional dispuso que el Estado vuelva a aportar esos recursos que se dejaron de cancelar desde el 2015.
Por otro lado, si bien el precio del crudo ha estado en USD 51,50, ligeramente por encima de la proyección de inicios de año (USD 1 más), aún no es suficiente para cubrir todas las necesidades que tienen las finanzas públicas.
De hecho, los ingresos petroleros registraron una reducción de un 14% en relación con el primer semestre del año anterior, debido a que los precios del crudo han estado por debajo de los alcanzados en el mismo período del año pasado.
En lo referente a impuestos, se ha recaudado el 50,9% de los USD 15 224 millones esperados este año. Uno de los meses con más recaudación fue enero, porque hasta ese mes aún se dieron pagos por la remisión tributaria del 2018.
La meta de recaudación de este año es similar a la del año pasado, que incluyó un fuerte rubro por la amnistía. Aún si se implementan en este año cambios con la reforma tributaria, que está por enviarse a la Asamblea, Ortiz sostiene que será difícil alcanzar la meta. Por ello, cree que es clave que el Gobierno logre los USD 800 millones por el traspaso del manejo de activos estatales a privados.