El desafío de ser sostenibles

La urgencia de diversificar la matriz energética. La crisis eléctrica de 2023–2024, provocada por la peor sequía en 60 años, generó cortes de hasta 14 h diarias. Pese a promesas oficiales de no más apagones, la matriz sigue altamente dependiente del ciclo hídrico y las plantas térmicas requieren mantenimiento urgente. Frente a este panorama, el gobierno lanzó un programa de licitación privada para incorporar 1.471 MW nuevos en energía renovable. Aunque esto representa un avance, la proporción actual de energía solar y eólica es todavía marginal (<5 %), según IEA . Para mitigar riesgos hidrológicos futuros, se requiere añadir al menos 400–500 MW renovables por año además de rehabilitar térmicas.

Una oportunidad a medias. Desde 2023, Ecuador ha dado pasos en la liberalización parcial de la generación energética, permitiendo que empresas privadas puedan instalar sus propias plantas de generación eléctrica (autogeneración). Este avance representa una gran oportunidad, especialmente para industrias intensivas en consumo energético como el sector camaronero, manufactura y agroindustria, que podrían reducir costos, ganar autonomía y además posicionarse como empresas con estándares de sostenibilidad. No obstante, muchas de estas empresas desconocen que el mercado de valores ecuatoriano ofrece herramientas viables para financiar estos proyectos a través de emisiones estructuradas como bonos temáticos. Estas emisiones de bonos temáticos han crecido notablemente, desde 2019 se han emitido USD 926 millones en Ecuador.  Multilaterales como BID Invest, IFC y CAF confían en el mercado ecuatoriano gracias a emisores sólidos con alto perfil crediticio han sido clave para estructurar emisiones sostenibles con estándares internacionales.

Crecimiento corporativo: el mayor desafío. A pesar del apetito por activos sostenibles, la cultura financiera empresarial sigue rezagada: menos del 5 % de las emisiones privadas de 2024 estuvieron vinculadas a proyectos temáticos, y de ellas, solo una correspondió a financiamiento de energías renovables. Aunque las empresas ecuatorianas cuentan con acceso a financiamiento atractivo y un entorno de inversión favorable, persisten barreras estructurales que limitan su expansión a través del mercado de valores. La falta de cultura financiera para emitir instrumentos bursátiles, junto con una reticencia generalizada a abrir el capital por temor a perder control o exponer debilidades internas, frena el uso estratégico de herramientas de financiamiento para el crecimiento y la sostenibilidad empresarial. Esto contrasta con los criterios que los organismos multilaterales valoran al canalizar inversiones: estructuras de gobierno corporativo sólidas, transparencia, visión estratégica de largo plazo y capacidad para alinear sus modelos de negocio con objetivos de desarrollo sostenible.