Un mejor resultado. El déficit fiscal cerró el 2022 en una cifra equivalente al 1,7 % del Producto Interno Bruto (PIB), según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), es decir, un monto superior a los $ 1.900 millones.
La cifra es inferior a lo previsto. Anteriormente, se esperaba que el déficit fiscal llegue al 2 % del PIB, es decir, entre $ 2.200 y $ 2.400 millones.
¿Qué es el déficit fiscal? En términos generales, es el faltante de dinero que tiene el Gobierno central, debido a que sus ingresos no alcanzan a cubrir todos sus gastos.
Además, Finanzas comparó la cifra de 2022 con la de 2020, año en el que el déficit fiscal llegó a 7,7 % del PIB, unos $ 7.700 millones, debido a la crisis agravada por la pandemia de COVID-19.
La cartera de Estado enumeró otras cifras: $ 13.000 millones de promedio anual en inversión social. Para 2023 se prevé una inversión mayor que llegará a los $ 15.200 millones.
Finanzas también señala un aumento de beneficiarios de bonos sociales. En 2020, solo tres de cada 10 hogares vulnerables recibían bonos sociales. Actualmente, son ocho de cada 10 familias.
El MEF señala que se han reconocido deudas a la Seguridad Social y a los gobiernos autónomos descentralizados (GAD): $ 300 millones al IESS (por deudas desde el 2011), $ 85 millones al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), por deuda de 2020; $ 190 millones por incentivos jubilares del magisterio (pendientes desde el 2008) y $ 172 millones a los GAD, no pagados desde 2015.
Para 2023, en el Presupuesto General del Estado (PGE) se entregarán $ 1.300 millones para bonos sociales y $ 2.354 millones para cumplir con la totalidad del aporte del Estado al 40 % de las pensiones jubilares del IESS.
Otro dato que destacó el MEF tiene que ver con las reservas internacionales. Actualmente, estas superan los $ 8.700 millones y garantizan la cobertura de los depósitos que diferentes instituciones tienen en el Banco Central del Ecuador (BCE), dijo la cartera de Estado.
Finalmente, el Ministerio de Economía y Finanzas destaca el fin del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que concluyó en diciembre.