El costo del maíz, sequía y heladas encarecen alimentos
El Ministerio de Agricultura reconoce que hay cultivos parcialmente afectados. Una caja de tomates pasó de 13 a 20 dólares
El mal clima y el incremento del precio del maíz provocan que legumbres, hortalizas y la carne de pollo se encarezcan.
El precio de la libra del pollo subió y de eso hablan las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Solamente en agosto de 2024, la inflación mensual del pollo entero fue del 2,28 % y de las presas de pollo fue del 1,43 %.
Los consumidores consultados por Diario EXPRESO indicaron que al inicio de este año la libra de carne de pollo costaba 1,15 dólares y que ahora en los mercados municipales de Guayaquil se encuentra entre 1,30 y 1,50 dólares.
Los comerciantes se defienden señalando que a ellos el producto ya les llega con un precio incrementado. Por lo tanto, el cuestionamiento debe ser hecho a los productores.
Pero los productores también se exculpan y argumentan que ellos venden el animal en pie vivo en la granja a 0,76 dólares la libra, cuando producir cuesta más que eso.
“El quintal de maíz ahora se compra a 21,50 dólares, cuando antes estaba a 16,50 dólares. Aunque gastamos más en la producción, no estamos recibiendo la debida ganancia. La mayoría de las veces, lo que tenemos son perdidas”, explicó a EXPRESO Cristian Pérez, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Avicultores de Tungurahua. (Asofabat).
Pérez agregó que realmente se debe controlar a los intermediarios.
Los productos agrícolas
El mejor termómetro para confirmar cuánto ha subido el precio de los productos agrícolas es visitando el mercado de mayoristas, que está en el sector de Montebello, en Guayaquil. “En efecto, hay varios alimentos que están más caros. Por ejemplo, antes una caja de tomates costaba 13 dólares y ahora 20 dólares. El pepino pasó de valer 15 a 25 dólares. El saco de yuca cuesta 20 dólares más, ahora el precio es de 60 dólares. El racimo de verdes ahora está a 3 dólares, cuando antes valía 1,50 dólares, y todo esto es el efecto del mal clima”, dijo a Diario EXPRESO José Luis García, coordinador del Comité de Defensa del Agricultor.
Los productores señalaron que unos están afectados por las heladas que hay en la Sierra y otros por la sequía. “En Riobamba hay heladas y esto como que quema a la planta y ya no produce. Por esto uno, de los cultivos que tengo está dañado”, manifestó Rosa Minta, productora y comerciante.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) reconoció que hay 6.899,84 hectáreas parcialmente afectadas por la sequía o por heladas. Cotopaxi (2.036,20 hectáreas) y Galápagos (4.249,24 hectáreas) son las zonas más complicadas. La lista oficial de productos afectados incluye cebolla blanca, naranja, café, piña, verde, yuca, tomate, maíz, etc.
El apoyo del MAG
El ministerio destacó que ha tomado medidas frente al mal clima que hay ahora en Ecuador.
La Subsecretaría de Redes de Innovación Agropecuaria del MAG destacó que la ayuda se da a través del proyecto Campo Seguro. Se entregan cheques de indemnización a productores que aseguraron sus productos. El seguro agrícola y ganadero cubre el riesgo de pérdidas por eventos climáticos y biológicos, para lo cual subvenciona el 60 % del valor de la prima neta.
Por ejemplo, en la provincia de El Oro los productores recibieron 17.544,74 dólares en indemnizaciones, debido a que en sus cultivos se presentaron daños por la presencia de eventos adversos, plagas y enfermedades. Los sembríos afectados fueron de banano, arroz y maíz duro, siendo este último el producto más perjudicado en esta provincia, según el MAG, que indicó que el 90 % de las indemnizaciones entregadas a nivel nacional fueron por sequía. El resto, por plagas y enfermedades en los cultivos.
La cartera del Estado también destacó que dan capacitación, para que los agricultores siembren variedades de productos que requieren menos agua. Así mismo, incentiva la construcción de sistemas de captación de agua de lluvia, que pueden ser utilizados durante los periodos de sequía.
Un punto que también es un pilar para solucionar el problema del mal clima es que los agricultores tengan la oportunidad de recibir informes del monitoreo del estado del tiempo. Eso permite tomar decisiones oportunas, algo que al parecer ahora no todos pudieron hacer, y por eso hay pérdidas económicas en el campo y un profundo suspiro de inconformidad en el cliente final al momento de pagar la cuenta de la comida para su familia.
