Los primeros acuerdos anunciados por el Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) son vistos como positivos por empresarios, aunque aún creen que los cambios deberían ser estructurales. Entre los trabajadores hay posiciones divididas.
Las propuestas del Consejo (integrado por el Gobierno, empresarios y trabajadores) formarán parte de la Ley de Fomento Productivo 2.
Se trata de tres planteamientos. El primero es distribuir la jornada laboral, que hoy es de 40 horas, en distintos días de la semana, es decir, no estaría limitada a cumplirse de lunes a viernes. Por ejemplo, un día trabajaría 10 horas y otro tan solo 2, todo dependerá de las necesidades de cada negocio. El tiempo máximo de trabajo en un día será de 12 horas.
La segunda iniciativa es que los contratos ocasionales ya no tengan el recargo del 35% en el pago de los trabajadores y, finalmente, la creación de un contrato especial para que los nuevos emprendimientos no paguen indemnizaciones a sus trabajadores en caso de que el negocio no prospere.
El sector hotelero cree que los cambios dan un respiro en el tema de costos. Los hoteles funcionan de lunes a domingo, las 24 horas del día, por lo que la mano de obra hoy resulta muy costosa.
Según datos de la Federación Hotelera del Ecuador, del 100% del costo de salarios en el sector, un 25% representa el pago de horas extras, según el tamaño del negocio. “Con estas modificaciones vamos a tener un ahorro y con eso vamos a optar por no trabajar con personal mínimo sino con más profesionales y con la cantidad adecuada para dar un buen servicio al cliente”, indicó Andre Obiol, presidente de la Federación Hotelera del Ecuador.
El sector floricultor ya utiliza un contrato especial para distribuir la jornada en seis días, pero con recargo.
Alejandro Martínez, presidente de Expoflores, dijo que el diálogo en el Consejo de Trabajo y Salarios apunta a impulsar una regulación para impulsar el emprendimiento.
Las propuestas son un buen inicio y transmiten un mensaje positivo, pero cree que las reformas deben ir acompañadas por un factor de confianza, de que los ajustes jurídicos se van a mantener en el largo plazo. Además, cree que el país debería establecerse metas para que se generen nuevos negocios, “que los ecuatorianos busquen ser empresarios, no que busquen empleo”.
Según el director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, Andrés Robalino, los ajustes generarán un impacto positivo especialmente en las pequeñas y medianas empresas. “Poder distribuir las 40 horas laborales en seis días como es la propuesta ayudará a reducir los costos y a mantener o generar nuevos empleos”.
Entre los trabajadores, en cambio, hay posturas divididas. Por un lado, la Central Unitaria de Trabajadores es parte del acuerdo alcanzado en el Consejo. Otros como el Parlamento Laboral creen que es un retroceso.
Richard Gomez, vocal del consejo y representante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se pronunció el miércoles a favor de los ajustes porque se cuentan con garantías para no vulnerar a los derechos de los trabajadores actuales. Los cambios rigen para las nuevas contrataciones, según el acuerdo alcanzado con el Gobierno y los empresarios.
“El CUT y el FUT no nos representan. No podemos estar de acuerdo con que se cargue el peso de la crisis económica en los trabajadores ecuatorianos. Nada se discute de mejorar el financiamiento para que se reduzca el costo del crédito y así dinamizar la economía. Mientras no haya nada esa discusión seria, no vamos a apoyar”, dijo Fernando Ibarra, vocero del gremio que agrupa a cuatro centrales sindicales, que no es parte del CNTS.