El Banco Mundial rebaja la proyección de crecimiento de Ecuador para 2021, pero mejora la de 2022

Las secuelas de la crisis de la COVID-19 llevarán años en desaparecer si los países de América Latina y el Caribe no toman medidas inmediatas para impulsar un deslucido proceso de recuperación de la pandemia, con la pobreza en su mayor nivel en décadas, señaló este 6 de octubre de 2021 el Banco Mundial.

Según su nuevo informe, ‘Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas pos-COVID 19 con restricciones presupuestarias’, si bien se prevé que el crecimiento regional se recupere un 6,3 % en 2021, junto a una aceleración de la vacunación y una caída en las muertes por COVID-19, la mayoría de los países no logrará revertir completamente la contracción de 6,7 % que tuvo lugar el año pasado.

“Lo cual es insuficiente para reactivar las economías y reducir la pobreza”, dijo William Maloney, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

En el caso de Ecuador, se ajustó la proyección de crecimiento para este año. El organismo preveía un aumento del PIB de 3,4 % para 2021 el pasado marzo y ahora prevé que será de 3,0 %. Para 2022 es más optimista. Estimaba un crecimiento de 1,4 % y ahora prevé que lo hará en 3,4 %

El organismo multilateral señala que las previsiones de crecimiento para los próximos dos años caen por debajo del 3 %, un regreso a las tasas de crecimiento bajas de la década de 2010, generando preocupación de una nueva década perdida en términos de desarrollo.

Para alcanzar el ritmo de crecimiento necesario para hacer avanzar a la región y reducir las tensiones sociales, esta debe llevar a cabo de forma urgente reformas muy postergadas aunque viables en el ámbito de la infraestructura, la educación, la salud, energía e innovación.

Sin embargo, la recuperación enfrenta múltiples obstáculos. Cualquier resurgimiento del virus impactará sobre el crecimiento, mientras que la persistencia del incremento de los precios a nivel mundial podría derivar en aumento de las tasas de interés, reduciendo el consumo de las personas.

El organismo llama a los países de la región a replantear las prioridades de gasto público. En lugar de recortar el gasto, se debe reducir la ineficiencia en el sistema de contrataciones públicas y en los programas de transferencias, que representan pérdidas promedio de 4,4 % del PIB, podría liberar recursos para otros fines.

Además, el Banco Mundial sostiene que hay espacio para aumentar los impuestos sin afectar el crecimiento. Las áreas a explorar incluyen ampliar los impuestos sobre la propiedad y en menor medida sobre la renta de las personas, elevar los gravámenes sobre alimentos no saludables y las emisiones de carbono, y mejorar la capacidad de recaudación en una región donde el nivel de evasión del impuesto sobre la renta de las sociedades es prácticamente del 50 %.

DIARIO EXPRESO