Un anuncio que pasó desapercibido. El presidente de la República, Guillermo Lasso, manifestó el jueves 18 de noviembre de 2021 que solicitó la adhesión al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP-11).
“Hemos pedido la inclusión del Ecuador en la Alianza Transpacífica”, aseguró el primer mandatario.
El TPP-11 es un mega acuerdo comercial suscrito entre Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, cuya nueva versión entró en vigencia a fines de 2018.
Se ha mencionado que es la mayor zona de libre comercio a escala mundial. Un mercado de 500 millones de consumidores, que representa cerca del 13,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) global. La aplicación del acuerdo reduce los aranceles de un 95 % de los productos que intercambian estos países. Por ejemplo, un fabricante de autos de Vietnam que necesite importar componentes de Japón, autopartes de México o chips de Brunéi no pagará impuestos por ninguno de esos productos.
“Ecuador realizó una expresión de interés de ser parte del acuerdo, por lo que inicialmente tomó contacto a través del país depositario Nueva Zelanda y se encuentra a la espera de su respuesta. Eso es lo que se ha efectuado hasta el momento”, aseguró a EXPRESO el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca.
En 2017, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró a su país del TPP-11, que había sido promovido por su antecesor, Barack Obama.
Antes de llegar a la Casa Blanca, Trump había dicho que el TPP era “un desastre potencial para el país”, argumentando que dañaría al sector manufacturero.
No solo Ecuador busca entrar al TPP-11. Naciones como Colombia, Reino Unido y el gigante asiático China han anunciado que buscan adherirse al bloque.
¿Qué beneficios puede traer a las exportaciones ecuatorianas? Países como Japón y Canadá tienen un potencial grande para los productos ecuatorianos, tanto para productos tradicionales como para los no tradicionales, asegura Xavier Rosero, vicepresidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).
“Puede darse en un momento muy importante. En un momento en el que la logística de conexión con el Asia Pacífico es muy compleja y muy costosa. En el mediano y largo plazo nos va a permitir (cubrir) los costos logísticos”, dice Rosero.
Pero su ingreso no será fácil, indica el representante de Fedexpor. Los 11 integrantes actuales deberán avalar la adhesión de Ecuador al TPP-11, lo cual puede llevar tiempo.
Una de las ventajas con las que parte Ecuador para ingresar al acuerdo es la implementación del cuarto adjunto, instancia que permite articular una estrategia de negociación con el sector privado, explica Rosero.
Desde el sector industrial local se señala que la apertura comercial debe venir acompañada de mejoras en la competitividad. “Debe haber una apertura comercial inteligente con mercados con los que tengamos complementariedad. En ese sentido es fundamental impulsar las exportaciones no solo de materias primas o productos básicos; sino, sobre todo, encontrar espacio para las exportaciones con valor agregado”, sostiene Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
Las polémicas
• En Chile: El acuerdo comercial se ha entrampado debido a las críticas de diversos sectores. Se ha mencionado que el tratado afecta a las pequeñas y medianas empresas del país y a los agricultores. Este aún no ha sido ratificado.
• Otros aspectos: El acuerdo también prevé medidas para establecer estándares en materia laboral, ambiental, de derechos de autor y patentes, entre otros. El debate de ese tipo de aspectos ha causado polémica en diversos países que lo han suscrito.