Además de los problemas locales, Ecuador debe prestar atención a los riesgos externos que deberá sortear su economía en los próximos 12 meses.
La economía global no termina de reacomodarse frente a los efectos de la pandemia de COVID-19 y ahora hace frente a los rebrotes de la variante ómicron, que resultó muy contagiosa.
En ese contexto, según análisis y expertos, hay cuatro grandes riesgos que marcarán el 2022 y pueden incidir en Ecuador:confinamientos por ómicron;la alta inflación global que provocará altas tasas de interés; la persistencia de la crisis logística y un aumento desmedido de los precios de la energía, lo cual puede causar volatilidad en el precio del petróleo.
Si bien el presidente de la República, Guillermo Lasso, ha señalado que no habrá confinamientos en Ecuador gracias a su alto porcentaje de vacunación, otros países sí podrían hacerlo.
LEYES
El Gobierno busca impulsar la economía en 2022 por medio de una ley para facilitar las inversiones, que prevé ser enviada a la Asamblea este mes.
Según el informe Riesgos 2022 de la firma Eurasia Group, presentado la semana pasada, China se encuentra en la situación más difícil debido a una política de ‘COVID cero’ “que parecía increíblemente exitosa en 2020, pero que ahora se ha convertido en un problema, ante la aparición de variantes que hacen el virus mucho más transmisible, lo que lleva a que prácticamente su población no tenga anticuerpos contra ómicron”, situación que mantiene el país cerrado y estancado.
Las consecuencias se observan en la escasez de productos en las cadenas de suministros, falta de personal, afectación de precios, entre otros problemas. El informe señala que si esto persiste, el mundo se enfrentará a una alta inflación que llevará también a cambios políticos.
La alta inflación plantea el segundo problema: altas tasas de interés. Se prevé que la Reserva Federal de EE. UU. realice tres aumentos a las tasas este año para controlar los altos precios.
¿Qué impacto puede tener eso en la economía ecuatoriana? El costo para endeudarse puede ser más alto para el Gobierno y bancos privados, lo que puede traducirse en tasas más altas para los clientes a la hora de endeudarse.
Por ahora, el precio del crudo parece ser que no será un problema para Ecuador en 2022.
Fernando Posadas,
analista de Medley Advisors
Tanto Lasso como el ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, han mencionado que no descartan endeudarse nuevamente a través de bonos soberanos en los mercados internacionales, pero tasas de interés más altas pueden complicar sus intenciones.
“Esto va a impactar a los mercados emergentes. Los inversionistas van a empezar a ser más selectivos en lo que invierten y eso significa mayor competencia para Ecuador”, argumentó Fernando Posadas, analista de Medley Advisors, multinacional que se dedica a la investigación de análisis económico y geopolítico.
Otro problema que dificultó las exportaciones ecuatorianas en 2021 fue la crisis logística, que se extenderá en 2022. El año pasado la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA) señaló que la solución a la crisis logística global solo llegaría a finales del segundo semestre de 2022.
Si bien un precio de petróleo alto es una buena noticia para Ecuador, su volatilidad también puede significar un mayor gasto en subsidios a los combustibles, luego de que Lasso decidió congelar sus precios, en octubre del año pasado, para evitar protestas sociales.
• SABER MÁS
CRECIMIENTO. El Banco Central del Ecuador estimó una desaceleración para 2022. Según las estimaciones de la entidad se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) cerrará el año en 2,54 %. El gerente del BCE, Guillermo Avellán, ha dicho que la cifra puede ser mayor.
LA REGIÓN. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía de América Latina y el Caribe tendrá menos dinamismo este año. Se espera un crecimiento del 3 %, luego de un 2021 marcado por un rebote que llegó al 6,3 %.
CICATRICES. El FMI señala que a mediano plazo la economía regional no retornará a las tendencias previas a la pandemia, ya que las persistentes debilidades en los mercados de trabajo crean riesgos de secuelas, o cicatrices, a más largo plazo.