El Banco Central del Ecuador (BCE) anunció el martes 6 de agosto del 2019 la entrada en vigor de una política contra el soborno, que busca garantizar la transparencia en el marco de una estrategia anticorrupción que impulsa el Ejecutivo.
Con este tipo de programas, el BCE puede “establecer estándares globales, morales y éticos que permitan prohibir, prevenir, detectar y sancionar todo tipo de actos de soborno, con el fin de garantizar la transparencia en el servicio público, así como la confianza en los colaboradores”, indicó en un comunicado.
Bajo ese propósito, 27 servidores del BCE, certificados por la Société Générale de Surveillance (SGS) de Ecuador, actuarán como auditores internos y verificarán la implementación del sistema de gestión antisoborno en la institución.
Con ello, el Banco Central busca postular en la obtención de la certificación de la norma internacional ISO 37001:2016 – Sistemas de Gestión Antisoborno, agregó la entidad.
La aplicación de esa norma obliga al BCE a realizar evaluaciones regulares sobre el riesgo de soborno y garantiza la confidencialidad en el caso de que surgiera una denuncia de buena fe sobre acciones ilegales.
“Estamos seguros que la transparencia del Banco Central del Ecuador se refleja en los 27 funcionarios que se formaron como auditores certificados para el Sistema de Gestión Antisoborno”, insistió su gerente, Verónica Artola.
El secretario Anticorrupción de Ecuador, Iván Granda, recordó que la política antisoborno del Banco Central se suma a otras iniciativas similares aplicadas en otras instituciones estatales.
“Iniciamos con las seis empresas públicas más grandes, además del Servicio Nacional de Contratación Pública y hoy se une el Banco Central a este proceso que fortalece día a día nuestra lucha” contra la corrupción, agregó Granda.
Ecuador busca hacer un frente común para intentar erradicar el soborno, “una de las prácticas corruptas que en el mundo mueve aproximadamente 2.700 millones de dólares”, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial, precisó el comunicado del BCE.