Los empaques no eran un problema hasta ahora que se enfrentan largos racionamientos de electricidad que rompen la cadena de frío.
Los cortes de luz que Ecuador soporta desde el pasado 23 de septiembre y que han llegado hasta catorce horas al día han modificado la rutina de las familias que ahora están más pendientes de los alimentos y bebidas que consumen y cuáles son los empaques que pueden conservarlos más horas sin refrigeración. En el mercado hay empaques termoformados, flexibles, biodegradables, al vacío y los tetra.
Christian Wahli, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), reconoce que el asunto de los empaques “no era un problema hasta hoy (con los apagones)”, y afirma que pese a la variedad, actualmente no existe un empaque común que permita resistir la falta de refrigeración por tiempos prolongados, aunque los disponibles sí muestran resistencia, como los envases esterilizados, las latas para diferentes productos o tipo tetra y equivalentes para productos como leches y jugos.
También entran los productos deshidratados a reconstituir con agua o leche, lo que considera una opción por los apagones, así como los embutidos tipo salami, que tienen una mayor resistencia, al igual que las bebidas azucaradas por su alta acidez. Los yogures también pueden resistir la falta de frío por estar protegidos por su alta concentración de microorganismos benéficos y lo único que les sucedería en una semana de cortes de luz es que se acidifiquen más. “Algo parecido ocurre en cierta medida para los quesos, con estos productos podrían desarrollarse mohos en la superficie lo cual se puede eliminar con facilidad”, asegura.
La empresa Tetra Pak Ecuador destaca que sus empaques permiten que alimentos perecederos, como la leche y los jugos, se preserven en condiciones óptimas por más tiempo sin la necesidad de refrigeración. Esto, por las múltiples capas protectoras que bloquean el oxígeno, la luz y los contaminantes externos, permitiendo conservar alimentos de manera segura por largos periodos, incluso a temperatura ambiente, hasta que son abiertos. El envasado aséptico protege los alimentos que mantengan su color, textura, sabor y calidad, sin necesidad de refrigerarlos o agregarles conservantes.
Wahli asegura que ahora el consumidor debe enfocarse en la tecnología inherente a los empaques, que son la esterilización en caso de latas o el llenado aséptico en empaques flexibles, pero advierte que siempre habrá que cuidar su conservación una vez abiertos.
En resumen, señala que en este momento hay muy pocas opciones fuera de los empaques tradicionales, como hojalata, plástico, aluminio o papel. “Lo que estamos buscando con mucho empeño es alejarnos del plástico. Hay opciones interesantes, pero muy caras para un mercado deprimido”.
Sin embargo, adelanta que existen startups interesantes que ofrecen nuevas alternativas que pronto podrían ser una opción, pero afirma que “lo fuerte del trabajo lo está realizando la industria de bebidas con el reciclaje de sus envases”.
Comercios y proveedores también son impactados
El gerente corporativo de Corporación Favorita -propietaria de cadenas como Megamaxi, Supermaxi y Aki-, Rubén Salazar, indica que los apagones han causado muchos inconvenientes y cambios de hábitos en los proveedores, al señalar que las empresas productoras tienen complicaciones en la fabricación y producción de productos, lo que ha provocado problemas de desabastecimiento en la oferta.
Tetra Pak se refiere también al impacto a comercios y proveedores que dependen de un suministro continuo de energía para almacenar sus productos, y el importante desperdicio de alimentos y la contaminación que estos generan debido al desarrollo de microorganismos y patógenos que suponen emisiones de CO2.
Otro impacto es la huella hídrica que en la producción de alimentos es significativa. Edwin Rozo, director de Servicios de Tetra Pak, asegura que la conservación de productos antes de ser consumidos requiere recursos como el agua, que es la principal fuente de generación eléctrica en el país.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 1.000 litros de agua son el estimado necesario para obtener bebidas de consumo diario con aporte nutricional. Además, se estima que para 2050 la demanda de agua para producir un alimento será tres veces mayor a la que actualmente se emplea.
En este contexto, Rozo asegura que resulta clave que las industrias también adopten nuevas tecnologías de envasado y procesamiento que pueden resultar cruciales para prevenir la escasez de agua en el futuro. Según el ejecutivo, la empresa también ofrece soluciones de procesamiento y envasado de alimentos que permiten reducir el uso de agua en sus procesos de producción hasta en un 50 % y de energía en un 67 %, en comparación con las líneas convencionales.
“Por ejemplo, impulsamos soluciones de mantenimiento constante para cuidar los niveles hídricos, optimización de luz UV y filtración, eficiencia en el envasado para disminuir la huella de carbono y el consumo de electricidad hasta cinco veces, estaciones de filtrado, entre otros”, señala. (I)