La Cámara de Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha se reunirán el miércoles con autoridades del Ministerio de Energía por propuesta de pico y placa eléctrico.
Desde que se retomaron los racionamientos de energía en septiembre pasado, el impacto económico en los pequeños y medianos negocios se calcula en alrededor de $ 496 millones en pérdidas, según estimaciones de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi). El gremio considera que, dadas las condiciones que enfrenta el país, es probable que los cortes de energía continúen al menos hasta enero de 2025.
El pasado 25 de septiembre, el presidente de la Capeipi, Francisco Vergara, envió un oficio al presidente de la República, Daniel Noboa, con copia al ministro de Gobierno, Arturo Félix Wong, y al entonces ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, con la sugerencia de implementar una jornada laboral especial para laborar cuatro días a la semana, en jornadas de diez horas.
La propuesta se denomina “pico y placa eléctrico” y consiste en gestionar que el 50 % de empresas, que comprenden la demanda nacional de energía, trabaje de 07:00 a 17:00, de lunes a jueves. Para la otra mitad se propone el mismo horario, pero de jueves a domingo. De ese modo se busca establecer una planificación anticipada, que permita a los empresarios organizar sus actividades.
Dos semanas después de haber presentado el planteamiento, Vergara fue convocado a una reunión en el Ministerio de Energía y Minas, en Quito. La cita está prevista para las 15:00 del miércoles 16 de octubre, con la ministra encargada Inés Manzano y con el viceministro Fabián Calero, confirmó el dirigente a este Diario.
El presidente de la Capeipi explicó que para las pequeñas y medianas empresas es complejo adquirir un generador para autoabastecerse de energía durante los racionamientos, porque los equipos pueden llegar a costar hasta $ 30.000, dependiendo de la potencia que generen. Eso sin contar que valores adicionales para comprar un segundo medidor de electricidad, ni tampoco los gastos para adecuar las instalaciones eléctricas y de infraestructura.
Con ese contexto, un pequeño o mediano empresario requiere, como mínimo, una inversión aproximada de $ 10.000 para tener un generador para su negocio, lo cual es un monto elevado considerando que la economía del país atraviesa un momento difícil, reflexionó.
“Para adquirir eso se debe tener capacidad financiera. Para adquirir un préstamo le piden, y se debe demostrar, condiciones de pago y también piden una garantía”, agregó el dirigente de la Capeipi.
Sobre las iniciativas del Gobierno para que la banca pública otorgue créditos para comprar generadores, así como haber establecido tarifa 0 % del impuesto al valor agregado (IVA) y 0 % en aranceles para esos equipos, Vergara opinó que son medidas que no tendrán un mayor impacto porque la capacidad financiera de los negocios no es la mejor en estos momentos.
“Saludamos y felicitamos la iniciativa del Gobierno de que se abran unas líneas de crédito, pero no va a llegar ni siquiera al 5 %. La realidad es que nos vamos a ver en enero y se habrán otorgado, como mucho, mil créditos. Solo pido que lo analicen. Son temas sin análisis y puede resultar ineficiente”, comentó.
Según datos de la Capeipi, a escala nacional las pequeñas y medianas empresas son alrededor de 835.000 y generan el 80 % del empleo adecuado, sin contar que en muchos casos son los mismos propietarios los que atienden sus negocios solos.
“El tema de la energía no suministrada está rebasando el tema técnico eléctrico. Debe generarles escozor (a las autoridades) porque está pasando al tema económico-social. Los negocios alimenticios están súper afectados, los que no han avanzado a comprar generador están súper complicados y vaya a ver si van a poder pagar el generador”, dijo el vocero, quien espera que en la reunión del miércoles las autoridades acojan la propuesta del “pico y placa eléctrico” o, en su lugar, brinden alternativas que permitan a los empresarios trabajar de una manera más ordenada. (I)