El Gobierno ha sido claro: no habrá marcha atrás. El alza periódica de los combustibles, como consecuencia de la eliminación progresiva de subsidios seguirá dándose, y se ahondará o se aliviará según la volatilidad que tiene el precio del petróleo. Un factor que sin duda afectará el bolsillo del consumidor, pero que también podría contrarrestarse con un uso eficiente.
Según la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo de Ecuador (Camddepe), en las circunstancias actuales faltarían dos meses de ajuste para que se elimine el subsidio que el Estado entrega en la gasolina extra y cuatro meses en ecopaís, lo que podría llevar a que el precio actual del galón siga incrementándose de los $ 2,28 actuales a $ 2,78. En el caso del diésel tardaría entre uno o año y medio, con un precio que puede subir de $ 1,60 a $ 2,40.
Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Camddepe, habla de la importancia de seguir con esta política de eliminación que, dice, no cumplió con el fin de distribuir la riqueza, porque entre los beneficiarios siguen estando personas de altos recursos. No obstante, como otros sectores, está a la expectativa de la focalización que el Gobierno piensa seguir aplicando en nichos claves como el de transportistas, para evitar un alza en los pasajes y con ello un perjuicio en la población más vulnerable. “Hay estudios del BID, de 2019, que dicen que un incremento en los precios de los combustibles a nivel general podría generar un aumento en los gastos en los sectores más populares en alrededor de $ 18 por persona”, sostiene.
Las consecuencias aún son difíciles de cuantificar a ciencia cierta, pues los futuros precios no solo se determinarán según el nivel del retiro del subsidio sino que dependerán de las políticas que vengan después. “El Decreto 1054 firmado por el Ejecutivo no aclara si tras eliminar estos subsidios, estos seguirán ajustándose a los precios internacionales. Si es así, se debería estar hablando ya de cómo se mejorará también el nivel de la calidad del combustible”, dice.
Para el ingeniero electrónico, David Jérez, evadir los efectos económicos que deje esta política será imposible, no así disminuir su impacto.
Consultado por este Diario, sobre las vías que el consumidor tiene para reducir el efecto del alza de precios, el experto menciona que las alternativas están en cómo hacer que el consumo de combustible sea más eficiente, solo así es posible lograr un ahorro.
Jérez cree que este incremento de precios, especialmente en de la gasolina súper (ya sin subsidio y liberado al precio internacional), hará que la gente siga migrando a combustibles menos costosos. Eso, dice, es válido, pero ahí la recomendación es usar aditivos como complemento de calidad. “Si tengo un vehículo de baja gama y tanqueaba con $ 30 de súper, una opción ahora es llenar mi vehículo con $ 22 de eco. Si a eso le pongo un aditivo que en el mercado cuesta $ 3, igual el ahorro es $ 5 que ya es significativo”, dice.
Otra recomendación es hacer un mantenimiento preventivo, cada 20.000 km, o hacer diagnósticos computarizados del vehículo para verificar que el vehículo no tiene imperfectos que normalmente pueden demandar de un mayor consumo de combustible. “Lo otro es usar menos el aire acondicionado, aunque esto genere menor confort, también es una opción”. Son alternativas que sirven para empezar a adaptarse a un mercado, cuyos precios ahora evolucionan sin ayudas estatales y según las bajas y subidas del crudo.
• RECOMENDACIÓN PARA EL AHORRO
MIGRAR A ECO. Hay carros que están diseñados solo para usar súper, los que no tienen entre las opciones migrar a otro tipo de gasolina más barata. Ahí se recomienda usar aditivos para complementar el bajo octanaje que tienen gasolinas como ecopaís.
PREVENIR. Los expertos recomiendan realizar un mantenimiento preventivo cada 20.000 km. Cuando hay bujías que no son las correctas o están desgastadas, cuando el motor como tal está fallando o falla algún sensor de oxígeno o inyector, tiende a haber un consumo mayor de combustible.
MENOS AIRE. Aunque es difícil medir el ahorro, está comprobado un menor uso del aire acondicionado demanda de menor combustible. Esto, junto a otros cuidados, podría permitirle conservar algunos galones más.