Ecuador Propositivo 2026, organizado por Andersen y Corpei, reunió a líderes del sector empresarial y económico para analizar los desafíos estructurales que condicionan el crecimiento del país. En este encuentro, el Econ. Fausto Ortiz, presidente del Directorio de la Bolsa de Valores Guayaquil (BVG), participó en el panel central aportando una mirada técnica sobre inversión, estabilidad y financiamiento productivo.
La estabilidad jurídica es el punto de partida para recuperar la confianza inversionista. La discusión abrió con una coincidencia transversal: la inestabilidad normativa continúa siendo el principal freno para el ingreso de capital al país. Datos expuestos en el foro mostraron que Ecuador apenas atrae alrededor de 1 punto del PIB en inversión extranjera directa, mientras que países vecinos multiplican esa cifra. Esta brecha se explica, en gran medida, por cambios regulatorios frecuentes, incertidumbre institucional y un clima político que limita la planificación empresarial de largo plazo. Durante su intervención, el Econ. Ortiz enfatizó que sin reglas claras resulta imposible sostener la llegada de inversiones que impulsen empleo, productividad y competitividad.
Deficit energético y baja inversión: Cuellos de botella estructurales que ponen techo al crecimiento económico. El panel profundizó en otros factores que dificultan el desarrollo. Entre ellos, el déficit energético, un problema que afecta directamente la producción industrial y los costos operativos, fue señalado como uno de los riesgos más urgentes por resolver. Aunque las proyecciones de crecimiento para el año rondan el 3,8%, el avance real del país sigue siendo limitado debido a un crecimiento poblacional cercano al 1,5% y a la falta de inversión estructural. La combinación de baja productividad, incertidumbre jurídica y crisis energética conforma un escenario que restringe la capacidad del país para expandirse por encima de sus promedios históricos.
Mercado de valores: un aliado clave para financiar el desarrollo empresarial del país. En este contexto, Ortiz destacó el rol que puede desempeñar el mercado de valores como aliado del sector productivo. Mientras la banca mantiene alrededor de USD 20.000 millones en colocaciones corporativas, el mercado bursátil aporta cerca de USD 2.000 millones, una proporción 10 a 1 que evidencia un amplio espacio para fortalecer alternativas de financiamiento. Una mayor participación del sector empresarial en el mercado de valores permitiría diversificar fuentes de capital, impulsar inversiones de largo plazo y reducir la dependencia exclusiva del crédito bancario. Para la BVG, este foro reafirma la importancia de liderar conversaciones estratégicas que abran oportunidades reales para el desarrollo económico y el crecimiento empresarial.