Riesgo país cae a 1.917 puntos ¿Efecto Noboa?

Riesgo país: Un reflejo de la incertidumbre política en Ecuador.
En los últimos días, la caída de este indicador no es un reflejo directo de la situación económica, pese a que el PIB decreció -2% en 2024. Aquello que mueve este indicador es la incertidumbre con respecto al futuro político del país. Las mayores alzas en el riesgo país post-pandemia ocurrieron en momentos clave de inestabilidad política, como la Muerte Cruzada de 2023 y la consulta popular de 2024. Esta incertidumbre afecta principalmente a los mercados financieros internacionales, que dudan de la capacidad y voluntad del gobierno para cumplir con sus compromisos de deuda.

Historial de Defaults: Un factor de incertidumbre constante
La historia de Ecuador con respecto a los defaults ha sido un lastre para la confianza de los inversores. El país ha enfrentado más de 11 defaults, siendo uno de los más recordados el de 2008 durante el gobierno de Rafael Correa. Más recientemente, la renegociación de los bonos globales durante la pandemia dio paso a los bonos 2030, 2035 y 2040, que hoy son los instrumentos más negociados en los mercados internacionales. Estos bonos no solo son una referencia clave para el rendimiento de la deuda ecuatoriana, sino que también influyen directamente en la medición del riesgo país, al ser comparados con el rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos.

¿Y el mercado de valores? A pesar de que la incertidumbre política ha influido en el riesgo país, el mercado de valores ecuatoriano ha mantenido su estabilidad. En gran parte debido a la naturaleza predominante de la renta fija en nuestro mercado. En el primer trimestre de 2025, las negociaciones de renta fija a largo plazo experimentaron un crecimiento interanual del 190%, pasando de USD 99,3 millones en el primer trimestre de 2024 a USD 288,4 millones en el mismo período de 2025. A pesar de la coyuntura política, el sector público ha sido el principal impulsor de este crecimiento, con más de USD 1.400 millones, lo que representa el 60% del total negociado. A marzo de 2025, los rendimientos en obligaciones a 3 años alcanzaron el 10,01% y a 5 años el 10,27%.