‘La tercera parte de la población ecuatoriana está asociada a una cooperativa de ahorro y crédito o a una mutualista’, destaca vocero de Icored
- agosto 29, 2024
- Noticias económicas
Alrededor de seis millones de socios tiene el sector financiero popular y solidario, que registra fuertes crecimientos en sus principales indicadores.
Entre los años 2012 y 2024 el sector financiero popular y solidario, que comprende a las cooperativas de ahorro y crédito y mutualistas, ha tenido una importante evolución. Con ello, actualmente el sector abarca como socios a un tercio de la población del país, resalta Édgar Peñaherrera, gerente de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored).
En los últimos doce años los activos, depósitos, cartera de créditos y certificados de aportación registran crecimientos significativos, según datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) compartidos por Peñaherrera en un conversatorio desarrollado la mañana del 28 de agosto.
El sector agrupa actualmente a 402 entidades a escala nacional que están clasificadas en cinco segmentos -según el tamaño de activos-, más el grupo de mutualistas. En el segmento 1 se encuentran las instituciones con activos mayores a los $ 80 millones. El segmento 4 es el que más entidades registra, con 142; aquí están las que tienen activos desde $ 1 millón hasta $ 5 millones.
De acuerdo con las cifras oficiales, con corte a junio de 2024, los principales indicadores del sector tuvieron el siguiente crecimiento:
- Activos: 346 %, pasando de $ 6.207 millones a $ 26.901 millones
- Certificados de aportación: 102 %, pasando de 4,9 millones a 9,9 millones
- Depósito: 396 %, pasando de $ 4.363 millones a $ 21.623 millones
- Cartera de créditos: 305 %, de $ 4.867 millones a $ 19.728 millones
Peñaherrera precisa que el sector financiero popular y solidario tiene alrededor de seis millones de socios, pero se registran casi diez millones de certificados de aportación porque hay personas que son socias de varias cooperativas de ahorro y crédito, así como de mutualistas.
“La tercera parte de la población ecuatoriana está relacionada directamente, está asociada a una cooperativa de ahorro y crédito o una mutualista”, destaca el vocero, teniendo en cuenta que, según el último censo poblacional, Ecuador tiene aproximadamente 18 millones de habitantes.
El segmento 1, aunque tiene el menor número de entidades (44), es el que acapara los principales indicadores del sector. Este segmento concentra el 81,9 % de la cartera de créditos, con $ 16.163 millones. De igual manera, abarca el 85,3 % de los depósitos ($ 18.450 millones); el 83,8 % de activos; y el 73,3 % de certificados de aportación.
Peñaherrera menciona que el sector ha sido sometido a un proceso de depuración, lo cual llevó a que se redujera el número de entidades, pasando de alrededor de 1.000, en 2012, a las actuales 402 (308 cooperativas y 4 mutualistas). “Lo que se hizo es depurar las cooperativas que no tenían un volumen adecuado para ser sostenibles en el tiempo. Entonces, el propio sector fue absorbiendo muchas cooperativas para volverse más potente, más fuerte”, describe el gerente de Icored, gremio que agrupa a 47 cooperativas financieras que cuentan con $ 14.999 millones en activos y $ 11.054 millones en cartera bruta.
El vocero reitera que el modelo de las cooperativas es llevar productos y servicios financieros a lugares con mayor ruralidad y mayor pobreza.
Comenta que el sector financiero popular y solidario ha crecido “porque se ha profesionalizado” debido a la regulación y supervisión. Y añade que se debe mantener la diferenciación normativa y de control que se ejerce en las cooperativas frente a las reglas de los bancos, porque tienen características distintas en cuanto a la composición de la gobernabilidad, entre otros factores.
No obstante, aclara que sí hay parámetros que rigen por igual para los dos sectores; por ejemplo, dice, el requerimiento de solvencia, así como las exigencias de liquidez.
Nueva superintendenta
A la espera de que Christina Murillo sea posesionada por la Asamblea Nacional al frente de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, en reemplazo de Margarita Hernández, el representante de Icored considera que la nueva autoridad debe enfocar su gestión en el control del sector financiero.
Murillo fue designada en el cargo por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), el pasado 23 de agosto. Fue elegida de una terna que propuso el presidente de la República, Daniel Noboa Azín.
A criterio de Édgar Peñaherrera, la nueva superintendenta “tiene que dedicarse fundamentalmente a donde está el riesgo, y el riesgo está en el sistema financiero, porque ahí está el dinero y el dinero es de terceros, no es de las cooperativas”.
Perspectivas del sector
Si bien las cooperativas de ahorro y créditos y las mutualistas muestran un desempeño alentador en la última década, en el presente año la situación se ha visto mermada, en cuanto a depósitos y créditos, por el estancamiento de la economía local, afectado principalmente por la inseguridad, comenta el directivo de Icored, quien también recuerda que desde hace unos seis años el país enfrenta un problema de sobreendeudamiento.
Además está el proceso electoral, que genera incertidumbre por las figuras políticas que serán elegidas, o reelegidas en sus cargos, en los comicios de febrero de 2025, en los que se votará para presidente y vicepresidente de la República, asambleístas y parlamentarios andinos.
A ello se suma lo que ocurra con la economía global, en medio de un escenario de posible recesión económica de Estados Unidos y sus repercusiones a escala mundial.
Édgar Peñaherrera señala que con estos factores se estima que al menos hasta el primer semestre de 2025 la ciudadanía se mantendrá cauta en sus decisiones financieras, ya sea para invertir o endeudarse, a la espera de tener más claro el panorama nacional.