En el 2022 los gremios empresariales se unieron para analizar la situación del país y en base a ello elaboraron propuestas que permitan atraer más inversiones. El documento lo entregó la Cámara de Industrias de Guayaquil, de esto se han aplicado unos puntos y los empresarios están convencidos de que en la medida que se apliquen las 14 propuestas habrá logros. El comercio mantiene su actitud positiva para lograr subir las ventas. Los empresarios no temen a una posible recesión, porque dicen que lo experimentado en el 2020 fue lo peor y con bríos salieron adelante. Dentro de sus planes no olvidan trabajar a favor del medio ambiente, por lo tanto en el 2023 reciclar seguirá siendo fundamental, en especial para el sector plástico. Consideran que el 2023 será un año para ganar, ganar.
Desde la Cámara de Industrias de Guayaquil estamos convencidos que para sacar adelante al país solo podemos lograrlo trabajando unidos todos los ecuatorianos, esta no es una labor solo de la empresa privada, es de todos y cuando entendamos que solo poniéndonos de acuerdo todos en los grandes temas como por ejemplo la inversión, seguridad y desnutrición infantil podremos sacar efectivamente adelante a nuestro querido Ecuador. Destaco que históricamente de cada 100 plazas de trabajo 93 son generadas por el sector privado y 7 plazas por el sector público.
Para que el país crezca económicamente no se debe afectar las reglas del clima de inversión, no deben existir protestas violentas con actos de vandalismo y se debe luchar efectivamente contra el crimen organizado y narcotráfico.
En el 2022 los gremios unidos presentamos propuestas para impulsar la inversión y la reactivación. De 14 puntos se han implementado 3, una cuarta se encuentra en proceso de implantación y el resto está en análisis, esperamos que se apliquen todas.
Se estima que habrá mayor recaudación tributaria, fruto del crecimiento en ventas y de la reforma tributaria que se aprobó. Por nuestro lado, el sector privado formal está siempre de acuerdo en pagar impuestos acorde a la ley. Es algo justo y necesario para el desarrollo del país. El tema está en que cuando la carga tributaria es muy alta, se genera un sector informal que no paga impuestos. Eso es lo que debemos corregir. Y para eso hay dos claves:
1) Disminuir el costo de ser formal, reduciendo trabas y cargas tributarias.
2) Trabajar en conjunto gobierno y sector privado formal, para poder identificar a aquellos que no pagan impuestos y así ampliar la base tributaria.
En cuanto al crecimiento económico del 2023, se estima que será de 3 % y para alcanzar un alto crecimiento es necesario atraer más inversiones. Esto se logra a través de normativas que brinden seguridad jurídica e incentivos tributarios. Además, concretar los acuerdos comerciales.
Las ventas del sector privado ecuatoriano, según las estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, esperan cerrar el año con un crecimiento de 10,7 % en relación al 2021, y si se lo compara con 2019, crecerá 12,2 %; han sido dos años complicados donde la pandemia ha obligado a las empresas a ser mucho más reactivas y han sabido generar acciones para poder salir adelante. Ninguna recesión será comparable al 2020, pero las empresas están listas para afrontar nuevos problemas para lograr mantenerse y salir adelante.
Es importante señalar que los años donde el Gobierno era el protagonista del crecimiento de la economía vía inversión han terminado, la actual propuesta es una mayor participación del sector privado. Según el Ministerio de Producción, los contratos de inversión esperados entre el 2021 y 2022 ascienden aproximadamente a 7.000 millones de dólares, concentrados principalmente en el sector industrial.
Al 2023 lo vemos con esperanza en que el sector de la construcción se reactive, porque ellos demandan plásticos, por ejemplo de tuberías. El sector plástico es un proveedor para algunas otras industrias, por ejemplo los productores de camarones que demandan contenedores plásticos para movilizar los productos. En Ecuador se consume entre 33 y 40 kilos de plástico por persona, al año; es el consumo más bajo de Latinoamérica; en los países de la región sobrepasa los 100 kilos; Estados Unidos bordea los 350 kilos. Esto da una idea sobre el impacto ecológico del sector en el país. En Ecuador se reciclan las tarrinas, se les da un nuevo uso, se transforman en maceteros, son cajas para guardar cosas. Aquí se bota pocos envases plásticos. Hay iniciativas para usar el plástico reciclado en elaborar prendas de vestir, somos ejemplo para el mundo.