Ecuador cerró el 2021 con 376 millones de cajas de banano exportadas a los diferentes destinos del mundo. Terminaba el año, pero pese a que esa cantidad era 2,5 % menor a lo exportado en el 2020, este 2022 iniciaba con la expectativa de remontar esas 10 millones de cajas menos.
Hasta ese instante las principales preocupaciones de los exportadores ecuatorianos se enfocaban en los problemas asociados a la cadena logística o en la escalada de los precios de los fertilizantes que afectaban los costos.
Por encima de Medio Oriente (13,89 %) y Estados Unidos (9,96 %), Rusia se consolidaba como el segundo mejor destino de la fruta ecuatoriana con el 20,13 % de participación solo detrás de la Unión Europea (UE) que engloba a 27 países con el 27,15 %, sin imaginar que tres meses después ese mismo mercado ruso, con un conflicto bélico a cuestas, iba a representarles casi 5 millones de cajas menos, es decir, el 50 % de lo que dejaron de exportar el año pasado a todos los destinos.
Tan solo en cinco semanas, desde el inició del conflicto ruso-ucraniano, desde el 24 de febrero pasado, Ecuador ha dejado de exportar a esos dos destinos 4′995.000 de cajas, según cifras reveladas por Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), lo que según el directivo representa el 19,5 % del total de la fruta que el país envía a esas dos destinos por semana. Rusia y Ucrania representan el 25 % de las exportaciones totales de banano de Ecuador al mundo.
Salazar muestra cifras que reflejan cómo conforme pasa el tiempo, el impacto es más severo para el sector, pues tan solo en las dos últimas semanas se quedaron en el país 2´720.000 de cajas, mientras que en las primeras tres semanas de la guerra se dejaron de exportar 2´275.000 de cajas.
En divisas a Ecuador le cuesta $ 40,6 millones, revela preocupado Salazar, quien advierte que otros destinos también son afectados, como Bielorrusia, aunque de una forma muy marginal. Entre enero y febrero del 2022 se exportaron alrededor de 24.000 cajas a ese destino que limita con Rusia y Ucrania.
El impacto también se refleja en las arcas fiscales.
José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), reveló que en las primeras cuatro semanas del conflicto los impuestos que percibe el Estado por la fruta que se va a Rusia decrecieron el 23 %, alrededor de $ 92.000. Mientras, que por el banano que se va a Ucrania los impuestos se redujeron en el 86 % ($ 79.000).
En total la reducción de impuestos a las cuatro semanas del conflicto, es decir, cerca del 24 de marzo pasado ya era de 65,88 % ($ 171.000).
Y la situación no mejora, pese a que desde el Gobierno se barajaba la posibilidad de colocar la fruta que no se exportaba en otros mercados, como los de China o Corea del Sur, hasta ahora no hay noticias al respecto. Además, desde el principio esta propuesta fue calificada como una ‘utopia’ por parte de Salazar.
“Más que apertura de nuevos mercados, los otros mercados, sobre todo spots, comenzaron a demandar banano, pero a precios muchos más bajos, sabiendo de que se estaba dejando de exportar a Rusia y Ucrania, es decir, los importadores se están aprovechando y presionan a comprar a precios bajos”, explica el director ejecutivo de Acorbanec. Y revela que la mismo Rusia actualmente está reduciendo volúmenes de compra o comprando menos fruta o cambiando el esquema a comprar en spot y precio bajo.
Sin embargo, las consecuencias de la guerra no son exclusivas del sector externo, internamente ya se sienten detrimentos, por ejemplo, en alrededor de 6.000 plazas de empleos directos del sector bananero nacional, que según Salazar, están siendo afectadas al momento.
Y es que la producción bananera que provee de la fruta a esos mercados se concentra en las provincias de El Oro, Los Ríos y Guayas. Salazar detalla que el 70 % son pequeños y medianos productores y solo el 30 % restante son grandes.
No obstante, el sector productor maneja cifras mucho más preocupantes. Franklin Torres, presidente de la Federación de Productores de Banano del Ecuador (Fenabe), aseguró a Diario EL UNIVERSO que hasta la semana pasada ya se habían perdido alrededor de 50.000 empleos.
Menciona que sobre todo se trata de contratistas externos que se utilizan en la fincas, que en su mayoría optaron por rebajar a medio tiempo la jornada de trabajo para aliviar en algo la carga de los salarios, aunque el dirigente cree que el conflicto bélico también se ha transformado en el “pretexto” que utilizan la mayoría de exportadores para bajar el precio de la caja internamente.
¿Por qué?
“Simple, acá en el país no hay autoridades que controlen la cadena comercial del banano, la especulación es el pan de cada día del productor bananero, que se ha convertido en quien paga los platos rotos de cualquier cosa que suceda en el mundo o el país, con la pandemia fue igual, con la pospandemia lo mismo y ahora el pretexto es la guerra”, lamenta Torres, quien pregunta: ¿sino por qué el 5 % que no se exporta afecta el precio del 95 % de exportación de banano?
“Si mañana se acaba esta tragedia de la guerra intentarán cualquier pretexto para seguir pagando precios de miseria por la caja de banano”, sentencia el presidente de la Fenabe, quien asegura que la crisis de los precios de la fruta, cada vez más a la baja, tampoco es perceptible para el consumidor local.
“Solo (se siente) en el pago que recibe el productor bananero, si usted va a cualquier supermercado o tienda de barrio o mercado va a ver que sigue el mismo precio”, asegura Torres.
En tiendas de barrio efectivamente el precio de la fruta no ha variado, se ofrece a un promedio de 25 centavos las cuatro unidades. Sin embargo, en las cadenas de supermercados sí se han dado variaciones en las últimas semanas.
Por ejemplo, en las cadenas de autoservicios de Corporación Favorita (Megamaxi, Supermaxi, Gran Aki y Aki), que tienen cuatro proveedores que les entregan cargas semanales, el precio de la fruta bajó el 15 % desde hace quince días.
Según Rubén Salazar, gerente corporativo de la firma, se debió a una oferta del proveedor, que se trasladó al cliente y que está vigente hasta el momento.