El indicador de la deuda del Ecuador cerró el año 2021 en $ 62.376,13 millones, esto representa un 59,18 % del producto interno bruto (PIB). Este indicador, calculado con una nueva metodología que es aplicada desde julio pasado, mide la deuda consolidada más otras obligaciones del Sistema Público no Financiero y la Seguridad Social.
Así, de acuerdo con este indicador, la deuda externa a diciembre del 2021 estuvo en $ 46.021,31 millones; mientras la interna alcanzó $ 14.329,77 millones. A estas cifras se suman otros pasivos por $ 2.025,04 millones.
Este cierre a diciembre, que es prácticamente al de noviembre pasado cuando el indicador estuvo en 59,15 %, revela un incremento de unos $ 1.000 millones en deuda externa, entre noviembre y diciembre. La deuda externa en noviembre llegó a $ 45.025,57 millones, mientras que en diciembre se colocó en $ 46.021,31 millones. El incremento se ve en el rubro de los créditos otorgados por multilaterales. De acuerdo con los datos de Finanzas, en diciembre el Ecuador recibió desembolsos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $ 700 millones, mientras que el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) entregó recursos por $ 350 millones.
La deuda interna, en cambio, decreció en unos $ 700 millones, al pasar de $ 15.055,30 millones en noviembre a $ 14.329 millones en diciembre, mientras que el rubro de otros pasivos también registró una baja de más de $ 200 millones, al pasar de $ 2.266 millones a $ 2.025 millones.
Sobre el tema de la deuda, Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), explicó que tras revisar el boletín de deuda se encuentran varias inconsistencias aún en las cifras, lo cual hace poco confiables los datos emitidos por Finanzas. Explicó que se ven bajas importantes de deuda tanto en los presupuestos clausurados como en las deudas de los Gobiernos autónomos descentralizados. Esto no tiene sentido, pues no se detectado este tipo de pagos tan onerosos, ni tampoco el Estado dispone de una liquidez tal para cumplir dichos pagos. Para Carrera, estas inconsistencias vienen arrastrándose desde hace años. Expresó el experto que siempre ha habido una descoordinación y falta de armonía entre las cifras que llevan adelante las subsecretarías de Presupuesto, de Financiamiento Público, del Tesoro y de Contabilidad Gubernamental.
Entre tanto, el Código de Planificación de las Finanzas Públicas (Coplafip) señala en la Disposición Transitoria Vigésima Sexta que con el fin de alcanzar el cumplimiento de la regla de deuda y otras obligaciones, el ente rector de las finanzas públicas deberá reducir progresivamente el indicador de deuda pública y otras obligaciones hasta un 40 %. Esto debe hacérselo de acuerdo con un calendario hasta el 2032. Así deberá llegar al 57 % del PIB hasta el año 2025, es decir, en dos años más. Hacia el 2030 debe llegar a un 45 % del PIB y finalmente reducir al 40 % del PIB hasta el año 2032, y luego mantenerse en ese indicador.
Sobre el tema de la deuda, el Gobierno ha dicho que para el 2022 no se espera contratar deuda en mercados internacionales, pese a que en un primer momento sí se barajaba dicha posibilidad. Ha indicado que gracias al alto precio del crudo y a la buena recaudación tributaria, este tema estaría cubierto por el momento. Por otro lado, el presidente Guillermo Lasso acaba de regresar de China en donde se ha propuesto la renegociación de la deuda (unos $ 5.000 millones) con ese país.
Entre tanto, Carrera comentó que la posibilidad de que el Ecuador vaya bajando sus niveles de endeudamiento a los parámetros establecidos de la ley, depende de dos factores importantes. El primero es que debe haber una baja del déficit consistente año a año y, por otro lado, debe tener un crecimiento sostenido durante algunos años.