Ecuador puede cambiar su mal historial. El 2022 se perfila como el año en el que el país puede culminar, por primera vez, un programa del Fondo Monetario Internacional (FMI), en casi 40 años.
Al igual que Argentina, Ecuador ha sido el ‘alumno rebelde’ que luego de acudir al organismo a pedir financiamiento por encontrarse en apuros, decidía incumplir las políticas a las que se comprometió, debido al alto costo social.
El expresidente Rafael Correa llegó a decir que a Ecuador le iba bien económicamente porque era un “mal alumno del Fondo Monetario”.
El programa con el FMI establece una meta fiscal hasta agosto, y sus proyecciones fiscales para después no son metas. Por eso, en este momento lo vemos más incierto.
Todd Martínez,
director de Deuda Soberana de Fitch
No obstante, abandonó esa postura de animadversión hacia los organismos multilaterales hace más de un lustro y está a ocho meses de culminar su programa con el FMI, si no hay cambios en el cronograma que se ha establecido con el organismo multilateral.
REVISIÓN
Está pendiente la cuarta revisión del acuerdo con el FMI. Estaba prevista para diciembre, pero el Gobierno mencionó que se realizará en enero.
Hasta agosto de 2022 el Gobierno de Guillermo Lasso deberá cumplir las últimas metas con el organismo y el ‘examen final’ será en diciembre. En caso de aprobar, se desembolsarán los últimos 400 millones de dólares.
Con ello, Ecuador habrá recibido un total de $ 6.500 millones por el Programa de Servicio Ampliado (SAF, por sus siglas en inglés), que fue suscrito por Lenín Moreno en septiembre de 2020 y renegociado por Guillermo Lasso en 2021.
El principal riesgo es la volatilidad del precio del petróleo: una reducción por debajo de $50 a $ 55 amenazaría las cifras fiscales; por encima de $85 a $ 90, el tope de los precios de la gasolina.
Gustavo Medeiros,
jefe de Investigación de Ashmore Group
El actual acuerdo es una versión actualizada del programa que se firmó en 2019 y que tuvo que ser revisado tras incumplimientos y la crisis agravada por la pandemia de COVID-19.
Luego de tres años, Ecuador ha tomado medidas complejas que han provocado protestas de diversos sectores: eliminar el subsidio a los combustibles en octubre de 2019 casi le cuesta el cargo a Moreno. Sin embargo, la medida pudo ser aplicada de manera gradual entre 2020 y 2021.
Mientras que Lasso debió lidiar con la implementación de la reforma tributaria, que fue aprobada por el ministerio de la ley, sin el apoyo legislativo.
¿Qué queda por hacer? Ecuador parece estar en buen camino para cumplir con el FMI en 2022, sin descartar la posibilidad de algún rezago en la revisión y el desembolso, aseguró a EXPRESO Todd Martínez, director de Deuda Soberana para Fitch Ratings.
Cumplir las metas en 2022 luce más difícil pero alcanzable y ya no dependerá de reformas específicas, sino de la trayectoria fiscal. La reforma tributaria ofrecerá una recaudación en 2022 aún mayor de la que preveía el FMI, aseguró Martínez. Esto reduce (aunque no elimina) la necesidad de recortar el gasto para lograr la consolidación prevista.
Pero esto no luce fácil, por el congelamiento del precio de los combustibles, y también por recomendaciones en la proforma de 2022 acerca de que se pretende aumentar en vez de “racionalizar” el gasto permanente, aseguró el analista de la calificadora de riesgos.
No será un camino fácil. La reforma laboral será un camino complicado de sortear para el Gobierno, pese a que no es una meta imprescindible en el acuerdo con el FMI.
José Emilio Vásconez,
director de la Escuela de RR. II. de la UIDE
Con Martínez coincide José Emilio Vásconez, director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), quien señaló que no será fácil para Ecuador culminar el acuerdo con el Fondo. Será complicado concretar ciertos temas sugeridos por el organismo, como la reforma laboral.
“Creemos que Ecuador no tendrá problemas para completar con éxito su programa con el FMI”, manifestó Gustavo Medeiros, subdirector de investigación en Ashmore, un gestor de inversiones británico especializado en los mercados emergentes.
La aprobación del acuerdo fiscal y otras reformas estructurales, junto con resultados presupuestarios mucho mejores de lo anticipado, anclarán el programa, sostuvo Medeiros.
No obstante, el principal riesgo es la volatilidad del precio del petróleo.