El sector florícola estima pérdidas de $ 3 millones en exportaciones por los dos días de movilizaciones

Las protestas protagonizadas por campesinos e indígenas el 26 y 27 de octubre causaron estragos en la exportación de flores, especialmente en Cayambe y Pedro Moncayo, al norte de Pichincha. Los bloqueos en las vías internas de los cantones y en las conectan con Quito hicieron difícil, y en unos casos hasta imposible, la circulación de los camiones que debían llevar las flores al aeropuerto Internacional Mariscal Sucre.

Debido a los obstáculos, aproximadamente la mitad de los envíos programados al exterior no se pudo cumplir. En una situación normal, a diario el sector florícola exporta alrededor de $ 3 millones; es decir que en dos días las exportaciones representan $ 6 millones de ingresos. Pero las movilizaciones en contra del Gobierno provocaron que cada día se perdieran cerca de $ 1,5 millones, lamentó Guillermo Bustamante, presidente del directorio de la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores).

“Hay que tener en cuenta que de los dólares que ingresan al país por las exportaciones entre el 55 y 60 % vuelve al campo en forma de salario para mantener a las familias de los trabajadores. Esto se pone en riesgo cuando por las protestas se nos priva del derecho de movilizarnos”, remarcó Bustamante.

Árboles derribados, montículos de tierra, piedras grandes, vehículos o llantas quemadas fueron usados por los manifestantes para interrumpir el paso de las vías en los dos cantones que concentran la mayor producción de flores. De las 4.900 hectáreas cultivadas en el país, en Cayambe hay 1.060 hectáreas y Pedro Moncayo 1.400, en conjunto representan el 60% de la producción nacional, según datos de Expoflores.

Las consecuencias de las manifestaciones no solo perjudicaron a las grandes fincas -que tienen 20, 30 hectáreas de cultivos o más- sino también a las florícolas que producen en reducidos terrenos desde media hectárea en adelante.

En algunos casos, los pequeños productores logran exportar por su cuenta, pero en otros tienen que hacerlo a través de centros de acopio, donde se reúne la mercadería de varias personas que luego se envía en varios cargamentos.

“Los pequeños productores fueron los más afectados, ellos no pudieron mover su flor hacia un centro de proceso. (Las protestas) fueron un golpe innecesario para una industria que ya venía pataleando”, relató Klaus Graetzer, representante de Ecuagarden y presidente de la Asociación de Floricultores de Tabacundo.

Los camiones que lograron llegar al aeropuerto tuvieron el apoyo de las fuerzas armadas para abrirse paso entre las barricadas del camino o tomar rutas alternas. Lo más complicado fue intentar circular al interior de Cayambe y Pedro Moncayo.

Una finca recibió amenazas de los manifestantes el primer día de protestas. Un grupo de personas advirtió a los trabajadores que no debían presentarse a trabajar el 27 de octubre, de lo contrario los lastimarían. Afortunadamente, esto no se cumplió, dijo Graetzer, recordando que en el paro de octubre de 2019 algunas fincas fueron atacadas por no detener sus operaciones.

Las recientes manifestaciones fueron convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) para exigir al gobierno que baje los precios de los combustibles a $ 2,10 el galón de extra y a $ 1,55 el diésel. En la jornada de protestas hubo enfrentamientos con la policía.

Diego Ucros, gerente de Emihana y vicepresidente del núcleo de floricultores de Cayambe, mencionó que a varias haciendas del sector de Guachalá, así como las ubicadas en Otavalo, en Imbabura, les resultó imposible mover sus flores.

“Algo importante en la floricultura ecuatoriana es que exportamos a todo el mundo. (Debido a las protestas) ahora hay una afectación de intranquilidad. Estamos apenas saliendo de los temas del COVID-19 y no pudimos exportar tranquilamente”, expresó Ucros.

La industria florícola genera alrededor de 110.000 empleos directos. La flor es el cuatro producto de exportación no petrolera del país. Los últimos años han sido difíciles: por el paro de octubre del 2019 se perdieron $ 40 millones y por la crisis de la pandemia el sector tuvo una caída del 6 % en 2020.

Leche derramada
Los productores de leche también fueron afectados. Se estima que en Cayambe se perdieron alrededor de 200.000 litros de leche, por no poder llegar a su destino. Incluso, hubo una situación en la que unos manifestantes obligaron a derramar el líquido, contó Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona.

Prueba de ello, es un video que recibió Gómez de uno de los productores perjudicados, quien para evitar problemas tuvo que vaciar los tanques llenos de leche que transportaba en su camioneta.

“Lo más lamentable fue haber visto a comuneros impedir a los transportistas de leche, de las mismas comunas, poder llegar a las plantas de procesamientos de lácteos”, expresó el vocero de la Cámara.

El presidente de la Cámara de Agricultura y los representantes del sector florícola están a la expectativa de lo que pase después del feriado nacional, que termina el 6 de noviembre, ya que la Conaie y otras organizaciones que también impulsaron las movilizaciones, como el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Unión Nacional de Educadores (UNE), prometieron analizar nuevas acciones para continuar con la oposición al Gobierno. Los productores esperan que no se repitan las manifestaciones ni los cierres de vías.

DIARIO EL UNIVERSO