La producción petrolera en el Ecuador vive momentos complejos. El 14 de octubre, la cifra de producción bajó de manera importante. Mientras al 12 de octubre se había reportado una producción de 479.030 barriles diarios (374.925 de Petroecuador y 104.104 de las privadas), al 14 de octubre la producción bajó a 453.960 barriles diarios (350.994 de Petroecuador y 102.966,71 de las privadas).
Las cifras no van acordes con los planes del Gobierno central, que más bien ha apostado a incrementar la producción petrolera hasta 526.000 barriles a finales de año.
Una falla eléctrica grave del sistema de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) y la falta de interés de las empresas privadas han sido parte de los factores que no permiten el incremento de los números.
Así, el 14 de octubre se reportó una “grave falla en el sistema eléctrico en la Subestación San Rafael, operada por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP)”, dijo la empresa estatal Petroecuador. Esto ocasionó la suspensión de servicio de energía en varios sectores de Sucumbíos y Orellana y produjo una seria afectación en la producción de cinco bloques: 15, 18, Shushufindi, Auca y Sacha, todos pertenecientes a Petroecuador, aunque Auca es manejado por Schlumberger.
Según Petroecuador, este inconveniente externo generó una pérdida de 31.000 barriles por un día. Entre tanto, el 15 de octubre las operaciones mejoraron y se perdieron ya solo 2.000 barriles más. El origen de la falla eléctrica ha sido una descarga atmosférica que afectó la línea de transmisión San Rafael Jivino a 230 kv, informó el Ministerio de Energía.
Sin embargo, las cifras no terminan de estabilizarse. Existe un problema en el ITT, que no incrementa su producción. El 17 de octubre estaba en 45.300 barriles, cuando el 16 había reportado 53.102 barriles.
Sobre el tema, Miguel Robalino, experto petrolero, lamentó esta falla que ha generado la pérdida de 31.000 barriles. Aparte del problema puntual, Robalino asegura que la baja en la producción es generalizada, tanto en la parte pública como en la privada. Explica que, por ejemplo, Petroecuador está en el 94 % de la meta y que las privadas tienen incluso un menor desempeño en cuanto a metas.
De acuerdo con Robalino, la Agencia de Regulación y Control de Energía (ARC) es la encargada de fiscalizar y auditar que se estén cumpliendo los planes de inversión, que no haya sobrexplotación de pozos. Asegura, además, que las empresas privadas parecen no tener incentivo para incrementar la producción, pues están recibiendo una tarifa por la producción actual, sin hacer inversiones.
Para Robalino sería importante que en el sector hidrocarburífero existiera un plan de negocio a largo plazo en el que haya un balance entre perforación, exploración e incremento de la producción petrolera.
En todo caso, asegura que el decreto 95 y la parte de inversiones de la Ley de Creación de Oportunidades tenían políticas en la ruta correcta. Sin embargo, considera que, mientras no haya el plan general, difícilmente podría surtir el efecto deseado, que es aumentar inversión privada en el sector. Sugiere, como primeros pasos, certificar reservas y construir y diseñar bien el modelo de operación de la empresa estatal.