Bajo consumo y contrabando les cuestan $ 50 millones al año a productores de leche

En Ecuador existen aproximadamente 294.000 productores de leche, la mayoría, el 80 %, son pequeños y el 20 % se reparten entre medianos y grandes; y en total producen al día 6,15 millones de litros de leche, según cifras del 2020 de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria (Espac).

Esto parecería mostrar la fortaleza del sector lechero nacional. Sin embargo, la falta de consumo interno, la informalidad y el contrabando golpean a los actores de esta cadena: los productores y las empresas a las que proveen.

En el caso del contrabando, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la frontera norte tiene riesgo constante de entrada de leche desde Colombia, donde en promedio cuesta $ 0,33 al productor y ante excedentes de la industria colombiana podrían ingresar con precios más bajos.

Esto, tomando en cuenta que el precio al productor de las 44 empresas que reportan a la Subsecretaría de Producción Pecuaria del MAG está entre $ 0,45 y $ 0,50 en promedio, con base en el Acuerdo 394 pagando precio base de $ 0,42 más calidad.

Este acuerdo también establece que el PVP del litro de leche UHT en funda es de $ 0,80 por litro.
La situación es “catastrófica”, aseguró Juan Pablo Grijalba, presidente de la la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), pues aseguró que la leche que entra desde Colombia ocupa y sustituye plazas de litros de producción ecuatoriana.

Sin embargo, el ingreso de leche colombiana no es el único dolor de cabeza del sector. El principal problema, según Grijalva, es la falta de consumo interno que se vincula principalmente al golpeado poder adquisitivo por la crisis económica y un país que cada vez demanda menos leche y ronda un consumo per capita de tan solo 95 y 100 litros, una cantidad muy por debajo de la producción.

“La baja del consumo interno y el contrabando han generado una pérdida de alrededor de $ 50 millones anuales a todos los productores del país. Son 275.000 productores, sería como quitarle casi el 50 % de un sueldo mensual a cada productor”, aseguró el dirigente, quien expone otra problemática con la que el sector debe lidiar, la adulteración de la leche y todos los problemas de salubridad que esto conlleva.

Patricio Calderón, gerente general de Pasteurizadora Quito, también coloca sobre la mesa el problema de la sobreproducción de leche, al asegurar que el país está produciendo más leche de la que puede consumir e incluso cita un consumo per capita menor aún.

“Conocemos que el consumo per capita en Ecuador es de aproximadamente 90 litros, un valor bajo en relación con la producción. Creemos que es necesario incentivar el consumo interno, a fin de elevar el consumo por individuo a 120 litros”, sostuvo Calderón, quien sin embargo, cree que es complejo definir las razones por las cuales las personas han reducido su consumo de leche.

Aunque reconoció que no toda la leche que se produce en el campo es la calidad que tanto la industria como los consumidores requieren, pues algunas no tienen los parámetros necesarios.

Según el MAG, la leche de pequeños productores que por deficiente calidad higiénica no pasa de la base es comercializada con queseros de las zonas respectivas entre $ 0,30 y $ 0,35 y los fines de semana rematan en promedio de $ 0,20-$ 0,25.

En el caso de Pasteurizadora Quito, Calderón sostuvo que sus productos son elaborados bajo procesos certificados por las normas ISO 9001:2015, cumpliendo además con las normas de Buenas Prácticas de Manufactura. “Incluso, contamos con un laboratorio de recepción y calificación de leche cruda único en la industria láctea con acreditación ISO 17025”, expresó.

Este Diario consultó al MAG sobre la situación que atraviesa el sector. Desde la Subsecretaría de Producción Pecuaria también se identificó la problemática, al confirmar que existen altos stocks por baja de la demanda debido a la disminución del poder adquisitivo.

A esto se suma, según la Subsecretaría, la capacidad subutilizada, “lo que encarece costos de producción”, la fuerte competencia con la industria informal que pagan precios muy por debajo del precio de sustentación y la comercialización solo en mercado local por precios de materia prima ($ 0,48 – $ 0,50) hasta 51 % por encima el precio internacional ($ 0,30 – $ 0,35).

Al respecto de los precios de sustentación, Calderón indicó que Pasteurizadora Quito no aplica criterios de mercado para definir el precio a los proveedores y pagan con base en el acuerdo, cuyo precio es de aproximadamente $ 0,50.

“En nuestro portafolio el producto más importante es la leche en funda que tiene un PVP de 80 centavos, pero el precio neto para la empresa es menor por la cadena comercial que se aplica”, especificó el directivo, quien añadió que la empresa produce un aproximado de 290.000 litros de leche al día en dos plantas de producción. Una está ubicada en Quito, a la que le abastecen aproximadamente 211 ganaderos, y otra en Tulcán, a la que le proveen cerca de 80 ganaderos.

Otra empresa importante del sector es El Ordeño, de la cual Grijalva es el gerente general.

La firma que produce alrededor de 170.000 litros diarios proveídos de 6.000 pequeños y medianos ganaderos busca impulsar la exportación de leche para poder ubicar los excedentes del producto que incluso le han permitido donar 1 millón de vasos de leche al programa del Gobierno Ecuador sin Hambre.

La empresa concretó su primera exportación de 15.120 unidades de 800 ml de leche fluida UHT al mercado peruano el 21 de julio pasado, y un segundo envío por 60.000 litros (75.600 unidades de 800 ml) a finales de agosto.

Grijalva está convencido de que la exportación es uno de los caminos a una recuperación del sector, porque permitiría que el sector crezca y no existan limitaciones de producción, aunque no descuidan el mercado interno.

“La exportación, sumado a campañas educativas sobre los beneficios de la leche, haría que se incremente la demanda tanto para el consumo local como para la exportación, produciéndose una mayor necesidad de leche requerida de mayor formalización”, expresó Grijalva, quien sin embargo reconoció que abrir mercados en el exterior toma tiempo por la tramitología para vender el producto en el exterior y aunque los 360.000 litros que han exportado al Perú hasta la fecha, según él, no son una cifra relevante, “marca el ritmo el decir sí se puede exportar”.

La meta de Grijalva es que el sector lechero por lo menos asigne de su producción total unos 100.000 litros diarios de leche para exportar.

Para esto, la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario, a través de la resolución 0127, otorga el certificado de registro de exportación a las industrias interesadas. Actualmente a escala nacional 13 industrias lácteas cuentan con su certificado de exportación, según la entidad, que añadió que para acceder a mercados lácteos para exportación, se debe realizar la habilitación del Servicio Sanitario Ecuatoriano y de las industrias lácteas ecuatorianas ante las autoridades del mercado de destino.

Por su parte, Pasteurizadora Quito, que no tiene clientes en el exterior, no descarta abrir mercados internacionales en un futuro, pues Calderón aseguró que estudian opciones para exportar a países cercanos.
“Estamos estudiando opciones para la exportación, principalmente productos lácteos de valor agregado y de larga vida. Por ahora, todo está en planes. Uno de los problemas para la exportación es que el precio interno es más alto en comparación con el precio de otros países”, analizó Calderón, quien aseguró que prefieren lograr un equilibrio entre producción y consumo.

En tanto, desde el MAG se recordó que está vigente otro acuerdo, el 053, que facilita a las empresas a comprar el 10 % de la leche a precio internacional. “Este punto lo estamos revisando para dar mayor facilidad temporal a las empresas a fin de evacuar y absorber excedentes de leche cruda”, indicó la cartera de Estado.

DIARIO EL UNIVERSO