La economía ecuatoriana crecerá 3 % al cierre de 2021 y 2,6 % al cierre de 2022, según las proyecciones publicadas ayer por la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Al menos el dato de 2021 se asemeja a la cifra presentada por el Banco Central del Ecuador (BCE)en días pasados: un crecimiento de 3,02 %.
Sin embargo, si se compara con otros países y economías regionales, el crecimiento de Ecuador es bajo y le tomará más tiempo recuperarse a niveles de 2019, antes de la crisis agravada por la pandemia de COVID.
La Cepal señala que en 2021 solo nueve países de la región recuperarán lo perdido en 2020 y que en 2022 se sumarán otros cinco.
América Latina y el Caribe crecerán en 2021, aunque la pandemia continúa presente y la crisis agudizó los problemas estructurales de larga data en la región: baja inversión y productividad, informalidad, desocupación, desigualdad y pobreza.
Por ello reactivar la inversión y la creación de empleo, especialmente en sectores ambientalmente sostenibles, es clave para una recuperación transformadora e inclusiva, señaló la Cepal.
El crecimiento de 2021 se explica principalmente por una baja base de comparación, luego de la contracción del 6,8 % anotada en 2020; además de los efectos positivos derivados de la demanda externa y el alza en los precios de los productos básicos (commodities) que exporta la región, así como por aumentos en la demanda agregada.
“Existen importantes asimetrías entre los países desarrollados y los de ingreso medio (entre los que se encuentra la mayoría de naciones de América Latina y el Caribe), tanto en la dinámica de la vacunación como en la capacidad de implementar políticas para la recuperación económica”, indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
El estudio de la Cepal muestra que los problemas estructurales que por décadas han limitado el crecimiento económico de la región se agudizaron producto de la pandemia y serán un obstáculo para la recuperación de la actividad económica. Antes de la COVID-19 la región venía con una trayectoria hacia el estancamiento: en el sexenio entre 2014 y 2019 creció a una tasa promedio de 0,3 %, menor al promedio del sexenio que incluye la Primera Guerra Mundial (0,9 %) y el de la Gran Depresión (1,3 %). Además muestra una caída progresiva en la inversión, alcanzando en 2020 el nivel más bajo en décadas.