Mejora la reserva internacional del Ecuador en junio

Gastar menos y poner en orden las finanzas públicas son algunas de las recomendaciones de analistas políticos para que mejoren y se mantengan estas reservas.

El aumento de las reservas internacionales es uno de los parámetros que tomó en cuenta el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aprobar el desembolso de $ 251,14 millones a Ecuador, el viernes 28 de junio de 2019.

Esto como parte del programa económico que lleva el país y que es respaldado por el Servicio Ampliado del FMI. En la primera revisión del desempeño de Ecuador que realizó el Directorio Ejecutivo del multilateral, este concluyó que: “La posición fiscal subyacente está mejorando, las reservas internacionales están en aumento y los costos de endeudamiento van disminuyendo”.

De acuerdo a cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), hasta el 21 de junio de 2019 la reserva internacional del país fue de $ 4.049,36 millones. Superando así lo establecido en la carta de intención que Ecuador presentó al FMI en la que se establecía que esta reserva estaría en $ 2.627 millones para finales de junio de este año.

Pero, ¿cuál sería la cantidad mínima u óptima que debería tener el país como reservas internacionales?

En una entrevista con este diario el 31 de mayo de 2019, Verónica Artola, gerente general del BCE, dijo que no hay un número mágico, lo que existe actualmente es una reserva operativa. “No es lo mismo lo que necesito de reserva internacional en enero, -un mes bajo porque no hay mucha transacción y no existe demanda de efectivo- que en noviembre o diciembre, meses en que la gente gasta muchísimo”, explica Artola.

La funcionaria considera que poner y hacer un promedio de la reserva sería incorrecto. A criterio de Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación Análisis Semanal, la reserva debe ser lo suficiente para respaldar los pasivos exigibles que tiene el BCE. Y ahí aún hay un faltante importante en la actualidad.

Acosta explica que las reservas internacionales nacen de los depósitos que recibe el BCE del Gobierno central, de los gobiernos seccionales, de la seguridad social y de los encajes bancarios.

“El dinero de la reserva nos dice qué tan fuertes están las finanzas públicas y si están respaldados o no los recursos del encaje bancario”, puntualiza el experto.

Actualmente esta reserva tiene indicadores más altos, debido a que el Gobierno recibe financiamiento internacional y porque aplica mayor austeridad en los gastos. Acosta aclara que cuando el Gobierno se endeuda, esos recursos internacionales se depositan en la reserva. Eso hace que suba su monto.

El FMI espera que este incremento continúe y que para fin de año haya un monto importante en reservas.

De acuerdo a la carta de intención de Ecuador, se establece como meta mínima que las reservas estén en $ 3.097 millones en diciembre de este año.

Acosta señala que el objetivo del Gobierno es que este año desaparezca el déficit y que el próximo se generen excedentes fiscales que servirán para pagar las deudas. El dinero no podrá quedarse guardado en la reserva. De ahí que considera que se deben revisar las metas con el FMI.

Según María Herrera, analista económica y docente en la Pontificia Universidad Católica, en el Ecuador se han estabilizado las cuentas fiscales, y que el sector público financiero y no financiero es prudente en el manejo de sus cuentas, por lo que el Estado no tiene que recurrir al dinero de la reserva.

Esto también influiría en la decisión del FMI. Herrera asegura que la reserva internacional es un colchón para solventar emergencias. Cuando el Estado solventa sus gastos y no toma dinero del BCE, sugiere que esta reserva aumente.  Es así que, para incrementar la reserva, el Estado debe gastar menos y ordenar las finanzas públicas.

DIARIO EL TELÉGRAFO