Tener combustibles disponibles mientras una parte de la Refinería Esmeraldas está en un mantenimiento programado ha demandado de un gasto mayor en importaciones de estos productos.
Desde que se inició el paro programado en el principal complejo refinador del país, desde el 1 de marzo pasado hasta la fecha, se han requerido alrededor de USD 290 millones para comprar estos productos, informó la empresa pública Petroecuador.
Con estos recursos se ha comprado gas doméstico, conocido como gas licuado de petróleo (GLP); gasolinas (naftas), diésel 2, y cutter stock (diluyente para fabricar otros derivados), dijo Petroecuador.
En marzo y mayo, la petrolera estatal realizó también la importación de diésel premium. Pero la firma no incluyó en el esquema el monto destinado para adquirir este producto, que se emplea en el sector automotor.
La compra de derivados ha permitido a la estatal petrolera realizar las mezclas para contar con los combustibles que demandan los diferentes sectores productivos en el país.
El volumen de estos productos importados aumentó en un 15% entre marzo y mayo de este año, con relación al mismo período del 2018, según el Informe Estadístico enero- mayo del 2019 de Petroecuador.
Pero esta última cifra podría variar porque aún están previstas más importaciones. Hoy, por ejemplo, Petroecuador tiene planificado realizar la apertura de ofertas para la importación de 1,89 millones de barriles de cutter stock.
Las proyecciones apuntan a que la producción local de derivados será menor frente a la que se manejaba en años anteriores, cuando la Refinería Esmeraldas no se encontraba en un mantenimiento de estas características, mencionó Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleos del Ecuador (Camddepe). Además, en la Refinería Esmeraldas están aún pendientes ciertas intervenciones.
Actualmente, los técnicos de la empresa Universal Oil Products (UOP), que es la licenciante de la Unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC), realizan la reparación de esta parte del complejo, que es considerada el corazón de la planta industrial.
En este componente se identificaron al menos cuatro áreas críticas. Estas se encuentran en un componente de la Unidad FCC llamado refractario. Esta pieza es de un material parecido a la cerámica, pero tiene un grosor importante. También se identificaron fallas en otras partes como el distribuidor, la grilla del regenerador y las válvulas.
Para estas reparaciones y las de la Unidad No Catalíticas 1, que también fue sometida a un mantenimiento a partir del 1 de marzo pasado, se destinarán alrededor de USD 20 millones, aseguró el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
Esto se debe sumar a los USD 290 millones destinados para las importaciones de derivados por el paro en este complejo, porque ambos costos están relacionados con esta intervención, precisó José Xavier Orellana, analista financiero.
Durante este mantenimiento, esta planta industrial ha operado con una carga de crudo de 55 000 barriles por día, cuando puede recibir 110 000. La diferencia de petróleo se ha comercializado en el mercado ‘spot’ o inmediato.
Petroecuador espera que las intervenciones en la Refinería concluyan a fines de julio.
Entonces, cuando la FCC se encuentre reparada, en este complejo ya se podrá producir gas doméstico, gasolinas de alto octanaje, un componente para fuel oil 4 y 6.
Sin embargo, en el segundo semestre de este año se encuentra previsto otro mantenimiento programado del segundo tren de procesamiento de crudo. Ahí se harán intervenciones en las unidades No Catalíticas 2, Catalíticas 2 y Catalíticas 3 de la Refinería Esmeraldas. Este durará aproximadamente 50 días, según informó Petroecuador.
El Banco Central calcula que el sector de refinación de crudo decrezca un 9,8% en 2019. Se trata de la segunda actividad con peor desempeño, luego de la administración pública.