Ecuador tiene el reto de cerrar este año con $ 4.999 millones en reservas internacionales, según el artículo IV emitido por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las reservas son los activos líquidos del Banco Central, como divisas, depósitos financieros, oro, DEG, títulos y otros, que sirven para cubrir pagos al exterior de toda la economía y demanda de efectivo al interior de esta.
La cifra esperada por el FMI es casi el doble frente al cierre de 2018 que fue de $ 2.676,5 millones. Para finales de mayo, la reserva se colocó en $ 4.083,6 millones, ya para el 7 de junio se redujo a $ 3.885,9 millones.
Varios analistas ven muy difícil conseguir la meta, de mantener las reservas en el orden de los $ 4.999 millones, y peor aún alcanzar $ 12.900 millones al 2023, como es el compromiso.
Para José Hidalgo, director de Cordes, la tendencia de la reserva se mantiene a la baja, y sigue alimentándose de deuda externa (bonos, preventa petrolera y desembolsos de multilaterales). No se ve que le ingresen recursos por vías más sanas como la inversión extranjera directa o exportaciones. Más bien las importaciones siguen creciendo, explica.
La reserva también sufre un fenómeno preocupante: solo alcanza a cubrir el 30% de todos los activos exigibles del Banco Central. Los depósitos del sector financiero privado ($ 3.080 millones) ahora sí están cubiertos por toda la reserva que es de $ 3.886 millones. Pero está descubierto el resto de pasivos.
José Orellana, de BrizBroker, también ve complicado cumplir la meta, y asegura que hay varias maneras de medir el nivel de reservas adecuado para los países. Una es ponerla versus el nivel de importaciones mensuales. El FMI recomienda que las reservas puedan cubrir entre tres y cuatro meses de importaciones. Actualmente las de Ecuador solo alcanzan para 2,1 meses de importaciones, que de enero a abril tuvieron un promedio de $ 1.800 millones.
Según Marcos López, representante del presidente Lenín Moreno ante la Junta de Regulación Monetaria y Financiera, las reservas están estables. Además se han corchado varias salidas de fondos, como por ejemplo el impedir que el Central y la banca pública sigan prestando al Estado. La meta de reservas podría ser revisada a la baja, ha comentado Verónica Artola, gerenta del Banco Central. Esto se sabrá cuando el directorio del FMI apruebe finalmente, el 26 de junio, el reporte sobre el país y el nuevo desembolso de $ 250 millones. (I)
BONOS
La afectación a las reservas y al patrimonio del Banco Central fue sistemática desde 2008: se ordenó la entrega de los bonos AGD al Ministerio de Finanzas con valor 0 (una pérdida de patrimonio de 1.057 millones).
LIQUIDEZ
Otro factor que descapitalizó al Central fue que el Gobierno se apropió de los DEG del FMI. El monto más fuerte de retiro de liquidez fue la entrega de facilidades de liquidez a Finanzas.