Según estimaciones, la actividad generará el 4% del PIB al país. La Empresa Nacional Minera puso a disposición concesiones en Pichincha y Cotopaxi. El Gobierno realiza ajustes para que la actividad minera sea uno de los motores del crecimiento económico.
En ese sentido, la probabilidad de éxito en las inversiones de “alto riesgo” es cada vez mayor debido a factores como el ambiente geológico y al fortalecimiento de la legislación minera y ambiental.
Como muestra, en los últimos 15 años se desarrollaron proyectos claves para el Estado como Cascabel, Llurimagua, Fruta del Norte, Lomas Larga, Río Blanco, Mirador, Chaucha y San Carlos-Panantza. En algunos ya superaron la fase de exploración y la evaluación económica, y en otros, la construcción de la mina.
Hernán Guasumba, gerente de exploración de la Empresa Nacional Minera (Enami), indicó que, si esos proyectos se hicieron en pocos años, la probabilidad de descubrir nuevos yacimientos es alta.
Por eso, desde hace 10 años la Enami también realiza investigaciones y alcanzó resultados. Al momento puso en consideración 3 proyectos para su cesión y transferencia del 100%.
El primero está situado en Pacto, a 105 kilómetros de Quito (Pichincha). Tiene una dimensión de 4.645 hectáreas dividida en dos concesiones: Ingapi y Urcutambo. En ese territorio se encontraron 10 zonas con indicios de mineralización de oro, plata, zinc, plomo y cobre (ver infografía).
El otro proyecto -de cobre- es Sigchos, en Cotopaxi. Tiene 10.850 hectáreas divididas en tres concesiones: Isinlivi, Fraylejon y Chucchilan.
Y en tercer lugar está Unacota, un proyecto no metálico de caliza (material de construcción). Está situado en Pujilí (Cotopaxi).
Según informes de la extinta Cemento Cotopaxi, en ese lugar existirían reservas que superan los 50 millones de tonelada de caliza.
En las ferias de inversiones. la Enami muestra su portafolio de proyectos disponible, en el cual también se explica cómo es el negocio minero.
La inversión económica en proyectos greenfield (con poca o nada información geológica- minera) genera riesgos a los inversionistas debido a que no hay garantías de éxito.
Las estadísticas de la empresa nacional establecen que, de cada 1.000 proyectos, 100 avanzan a una etapa de exploración inicial.
De estos, solo 10 llegan a ser proyectos de exploración avanzada y entre tres a 10 terminan en mina. Según las probabilidades, hasta 2020 todos los proyectos mineros del país permitirán que el producto interno bruto (PIB) crezca un 4%. (I)