En el consolidado de sus balances, las empresas públicas cerraron el 2018 con USD 828 millones de ganancias. Se trata del segundo año seguido en que en el resultado global, las entidades registran ingresos mayores a sus gastos; es decir, tienen superávit.
En el 2015 y el 2016 habían registrado pérdidas superiores a los USD 1 400 millones, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).
En abril del año pasado, el Gobierno reconoció que varias empresas públicas generaban problemas y anunció un plan de optimización y eliminación de algunas de estas entidades, así como la reestructuración y fusión de ministerios y de secretarías.
Aunque el balance global genera cifras positivas, no todas las empresas generaron superávit. Este Diario consultó el pasado lunes a la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (Emco) el detalle de cuáles de las empresas tuvieron pérdidas, y sobre las metas alcanzadas con el plan.
El ente dijo que se está procesando la información.
Sin embargo, los datos de la rendición de cuentas de la Emco en el 2018 muestran que el Fisco recibió ese año USD 216 millones en excedentes de cuatro empresas públicas: CNT, Celec, Empresa Cementera y Astinave.
Los datos del BCE dan cuenta que los ingresos de las estatales crecieron entre el 2017 y el 2018, principalmente, los generados por la actividad propia de cada empresa. Mientras, los recursos que asignó el Estado en el 2018 se redujeron en relación con el 2017.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ente al que Ecuador está buscando adherirse, recomienda que las empresas estatales sean autónomas de los gobiernos en aspectos como el financiamiento.
Edisson Garzón, expresidente de la Emco, considera que el plan de optimización encaminó a las empresas a reducir excesos y a cambiar su visión para ser menos dependientes del Estado.
“La intención era que las empresas no fueran una carga para el presupuesto del Estado, sino que le aporten recursos, que tengan una visión de empresa privada”, comentó.
Para Alberto Acosta Burneo, economista de Análisis Semanal, el superávit es resultado de factores externos como el incremento de los precios del petróleo. Los años en que las entidades tuvieron pérdidas más grandes coinciden con los años en los que el precio del crudo se redujo más.
“Con un mayor precio en el crudo, Petroecuador y Petroamazonas vendieron más y mejoraron sus ingresos, pero no vemos que el resto de empresas haya tenido grandes cambios en su operación”, añadió Acosta Burneo.
En el 2017, el precio del crudo WTI, que sirve de referencia para el precio del petróleo ecuatoriano fue de USD 50,91, y en el 2018, de USD 64,90.
Las dos petroleras comenzaron la semana pasada un proceso de fusión.
En sus informes de rendición de cuentas del año pasado, las dos petroleras reportan mayores ganancias frente al 2017. Petroecuador señala que otro factor que influyó en los resultados fue el aumento en los ingresos por venta interna de derivados.
Los gastos de las empresas públicas no mermaron entre el 2017 y el 2018, como se preveía en el plan de optimización.
Gastaron más en la compra de bienes y servicios, y pese a que uno de los objetivos principales del plan contemplaba el recorte de personal, el pago de sueldos también creció.
Este rubro pasó de USD 415 millones en el 2017 a 420 millones el año pasado. A inicios de este año, el Gobierno dispuso que las empresas redujeran el 10% del personal.
La aerolínea Tame señaló que ahorró USD 4,7 millones con la eliminación de las vacantes en el último año. Mientras que en la CNT, el ajuste de la nómina, la renegociación con proveedores y otros acciones de optimización generaron un ahorro de USD 3,5 millones en el 2018.